Las vértebras que un equipo de investigadores de la UNED encontró en el yacimiento de Lo Hueco (Cuenca) en 2007 y que ahora se describen, podrían apoyar la hipótesis de las raíces terrestres de los mosasaurios, y por extensión, de las serpientes. Lo peculiar del animal, de unos tres metros de largo, es que se trata de un lagarto terrestre, aunque pertenece a un grupo con hábitos marinos. Dentro de este grupo podría encontrarse el ancestro de las serpientes, lo que reforzaría la idea de un origen no marino para estas.