Las imágenes de radar que la misión Sentinel-1, de la Agencia Espacial Europea, captó antes y después del deslizamiento de tierra ocurrido el 1 de abril de 2017 en Mocoa, Colombia, muestran el alcance del desastre, con más de 260 víctimas mortales, cientos de heridos e innumerables desplazados.
Provocado por las fuertes lluvias, el deslizamiento desencadenó un enorme movimiento (rojo) en lo alto de una montaña. A continuación, el lodo se arrastró por la ciudad de Mocoa (verde) y cruzó el río cercano a esta.
El radar de la misión Sentinel-1 es capaz de ‘ver’ a través de las nubes, la lluvia y la oscuridad, por lo que resulta especialmente útil para vigilar áreas con nubosidad frecuente. Las imágenes registradas antes y después de fenómenos como inundaciones, corrimientos o terremotos, ofrecen información inmediata sobre el alcance de las áreas afectadas y facilitan la evaluación de daños patrimoniales y medioambientales.
Los productos de datos derivados de Sentinel-1 –procedentes de los barridos realizados entre el 20 de marzo y el 1 de abril– se han superpuesto a una imagen de radar de la misión. Esta, constituida por dos satélites, forma parte del programa de vigilancia medioambiental europeo Copernicus.