La noche de San Juan, el día más largo que se celebra con tradiciones que aúnan leyendas, hogueras y fuego acaba de pasar mientras una flota creciente de turistas se encamina al Polo Norte, cerca de las pedanías del Ártico, a la punta más alta de los países Escandinavos, a la búsqueda de otro fantástico fenómeno de la naturaleza: el sol de medianoche.