Hace 100 millones años, el planeta era un lugar inhóspito y peligroso, habitado por temibles criaturas que hoy podrían convertir nuestros sueños en las más aterradoras pesadillas. En esa época, los dinosaurios no estaban solos; compartían su hábitat con cocodrilos gigantes que les acechaban. Ahora, el descubrimiento de los fósiles de cinco cocodrilos antiguos del Sáhara, tres de ellos nuevos para la ciencia, vuelve a despertar viejos fantasmas.