La mayor parte del agua que todavía queda en el interior de la Luna llegó a través de los asteroides que bombardearon nuestro satélite hace entre 4.300 y 4.500 millones de años, según publica esta semana en Nature Communications un equipo de investigadores liderado desde la Universidad Abierta del Reino Unido.
Mediante modelos numéricos y análisis isotópicos de muestras lunares, los autores han encontrado que el agua fue entregada hacia el interior del océano de magma que tenía la Luna primitiva (en la imagen), en un período de diez a 200 millones de años, y no se evaporó por la presencia de una 'tapa' térmica.
Con los datos del hidrógeno y nitrógeno de las muestras se ha comprobado que los asteroides que llevaron la mayor parte del agua eran del tipo de las condritas carbonáceas. Los cometas aportaron menos del 20%, y tampoco se descarta que una pequeña parte procediera de la Tierra primitiva, de donde se formó nuestro satélite tras el impactó con otro planeta del tamaño de Marte.