La pérdida de sangre es una de las causas más importantes de las muertes producidas por accidentes de tráfico o explosiones. Un nuevo estudio, dirigido por investigadores de la Universidad Case Western Reserve (EE UU) y publicado en la revista Science Translational Medicine, muestra cómo plaquetas sintéticas consiguen que las heridas dejen de sangrar en la mitad de tiempo de lo que necesitarían las plaquetas naturales.