En los albores del universo las galaxias en las que se creaban estrellas contenían entre tres y diez veces más gas molecular que sus homólogas actuales, según un estudio liderado por investigadores del Instituto Max Planck (Alemania). El descubrimiento, en el que ha participado el astrónomo español Santiago Garcia-Burillo del Observatorio Astronómico Nacional (OAN, IGN), permite explicar el alto índice de creación de estrellas en aquellas jóvenes galaxias sin necesidad de considerar la hipótesis de una mayor eficiencia en la formación estelar.