Las dosis excesivas de residuos orgánicos en los campos agrícolas pueden ser nocivas para las plantas, animales invertebrados y microorganismos del suelo. Así lo explica un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) que ha demostrado que la aplicación de cantidades apropiadas de abonos evitaría los efectos tóxicos para la biota del suelo.