Incorporar aceite de oliva al desayuno contribuye a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular ya que, tras su ingesta, se consigue modular y frenar el proceso inflamatorio de las arterias. Así indica un nuevo estudio, realizado por investigadores del CIBER de Obesidad y Nutrición, que sugiere que esto aclara la reducción del riesgo en personas que sigue una dieta mediterránea.