Cómo se crearon las montañas y accidentes geográficos que dominan la meseta del Colorado en Arizona (EE UU), entre los que destaca el Gran Cañón, es un misterio para los geólogos.
Sin embargo, una investigación estadounidense, publicada hoy en Nature, ha detectado una anomalía de “alta velocidad sísmica vertical” bajo la zona centro y oeste de la meseta. Esta formación se extiende a más de 200 kilómetros de profundidad y está cubierta por una capa bajo la corteza.
Los autores interpretan esta estructura como un hundimiento permanente de una región de la corteza inferior y de la litosfera continental. Según el estudio, la formación del Gran Cañón podría prolongarse desde hace seis millones de años. Los resultados se han obtenido gracias a la combinación de tomografía e imágenes sísmicas.