Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente, uno de cada 2.000 niños nace con una diferencia en el desarrollo sexual. Esto quiere decir que presentan rasgos de mujer y de hombre en grado variable. La visibilización de estas diferencias y la lucha en contra de las cirugías normalizantes al nacer forman parte de la hoja de ruta las asociaciones que trabajan por desterrar viejas ideas sobre hermafroditismo.