Más de un centenar de incendios provocados por organismos de investigación y empresas alemanas, finlandesas y españolas ha tenido que soportar en dos años el túnel de ensayos que la Fundación Barredo tiene en Siero, Asturias.
La razón de este arrebato de piromanía científica es clara: “Muchas ciudades ven copada su superficie, y cada vez se construye más hacia abajo: más pasos subterráneos, más parkings, más sótanos... pero sobre todo, cada vez hay más túneles, y eso significa que aumenta la posibilidad de que se produzcan distintos tipos de fuegos en esos entornos”, explica José Benito Solar, director de la Fundación Barredo.
Campos como los sistemas de ventilación, el ensayo de materiales y la caracterización de la potencia de fuego centran la investigación en este camaleón semi-subterráneo; que puede adaptarse a las características del túnel cuya seguridad se esté testando.
En la imagen, un incendio en el túnel de ensayos de Siero. Foto cedida por José Benito Solar.