Una nueva imagen infrarroja tomada con el telescopio Vista del European Southern Observatory (ESO) desde Chile ha revelado un paisaje extraordinario de filamentos de gas luminoso, de nubes oscuras y de jóvenes estrellas en la constelación de la Licorna. Esta región de formación de estrellas, conocida por el nombre latino de Monoceros R2 está enterrada en una gigantesca nube oscura. “Con la luz normal, se observa oscurecida por el polvo interestelar, pero con el infrarrojo es espectacular”, explica Jim Emerson, responsable del consorcio Vista e investigador en la Universidad Queen Mary de Londres. El vivero de estrellas activas descubierto se esconde en una nube masiva y oscura, rica en moléculas y polvo interestelar. Aunque en el cielo parece cercana a la constelación de Orion, se encuentra dos veces más lejos de la Tierra, a una distancia de 2700 años-luz.
