Investigadores holandeses han observado cómo el calentamiento global afectará a las cuencas del sureste asiático en los próximos 50 años. Los resultados demuestran que el cambio climático podría perturbar las reservas de nieve y hielo de las montañas asiáticas, reducir la disponibilidad de agua, y amenazar la seguridad de alimento de millones de personas.