En abril de 2006, justo hace ahora cuatro años, la sonda Venus Express de la ESA se insertó en su órbita alrededor de Venus. Desde entonces la nave no ha dejado de enviar información sobre este planeta gemelo de la Tierra, lo que ha permitido a la comunidad científica conocer mejor los secretos de su atmósfera asfixiante y el mundo volcánico que se oculta bajo las brillantes nubes del lucero del alba.