Las tareas de calibración y recepción del telescopio especial Hubble (NASA-ESA) se han interrumpido para apuntar sus instrumentos hacia la mancha oscura en expansión que se detectó en Júpiter el 19 de julio. La forma de esta “cicatriz”, abierta en la turbulenta atmósfera del planeta y causada por el impacto de un cometa o un asteroide, va variando día a día.
La imagen de la mancha, tomada el 23 de julio con la nueva cámara Wide Field Camera 3 (WFC3), es la más nítida capturada hasta ahora dentro del espectro de luz visible, y constituye la primera observación científica del observatorio espacial tras su reparación el pasado mes de mayo.