La teoría predecía la existencia de galaxias oscuras, una etapa temprana de la formación de las galaxias muy difícil de detectar, pero ahora un equipo de astrónomos las ha observado por primera vez. El hallazgo ha sido posible gracias a la iluminación proporcionada por un cuásar y a la alta resolución del telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Esta imagen muestra la región del cielo que rodea al cuásar HE0109-3518. El cuásar está cerca del centro de la imagen, y su radiación energética hace que las galaxias oscuras brillen. Las galaxias oscuras no tienen estrellas, por lo que no emiten luz que pueda ser captada por los telescopios. Esto hace que sea virtualmente imposible observarlas a no ser que sean iluminadas por una fuente de luz externa, como un cuásar situado detrás. La foto combina observaciones del Very Large Telescope con información de color procedente del sondeo Digitized Sky Survey 2.