El habla humana o el canto de los pájaros son comportamientos motores complejos que requieren una ejecución muy precisa, capaz de cronometrar diferentes escalas de tiempo. Los científicos habían conseguir identificar qué áreas del cerebro y patrones de señalización neuronal están implicados, pero hasta ahora no se conocían los circuitos cerebrales específicos que están implicados en la coordinación de estos comportamientos. Un artículo en que se publica esta semana en Nature ha logrado identificar uno de ellos, el que regula la coordinación del comportamiento vocal de los pájaros cantores. Los autores del texto, Michael Long y Michale Fee, del MIT, lo lograron enfriando diferentes partes del cerebro de un ave conocida como Diamante mandarín (Taeniopygia guttata), buscando cambios en la velocidad de las canciones. Sus experimentos dieron como resultado que si se reduce la temperatura en el centro vocal superior del cerebro, el canto se ralentiza hasta un 45%, lo que indicaría que el ‘reloj’ que regula la coordinación del canto de los pájaros reside en esta zona.