Un equipo de investigadores de la Universidad de Glasgow da cuenta, en un artículo que se publica en Nature Chemistry, de un experimento con el que han creado microtubos a partir de cristales inorgánicos inmersos en agua. Según los autores, controlar el proceso de crecimiento de estas estructuras podría servir para diseñar dispositivos microfluidos.
Leroy Cronin y su equipo tomaron cristales de unos compuestos inorgánicos llamados polixometalatos y los sumergieron en agua con moléculas orgánicas con carga positiva. Al cabo de unos segundos, empezó a crecer una estructura tubular a partir de cada cristal. Los microtubos tienen varias cualidades: son lo suficientemente robustos como para no gotear, y se puede controlar su diámetro y la dirección en la que crecen.
La imagen muestra el crecimiento del tubo a partir del cristal en tiempo real (izquierda), y las capacidades para inyectar un fluido en el tubo sin que tenga pérdidas (arriba a la derecha), para unir los tubos (en el centro, a la derecha), y para hacer que los tubos se formen siguiendo formas predefinidas (abajo a la derecha).