Un registro de 1810 años del monzón asiático, reconstruido a partir de una estalagmita encontrada en la cueva china de Wanxiang, permite vislumbrar de forma única cómo la fuerza del Monzón ha estado relacionada con las temperaturas del hemisferio norte, los ciclos glaciales y las fluctuaciones solares. El análisis de Pingzhong Zhang y colegas también destaca la relación del Monzón con al auge y caída de varias dinastías chinas. Durante siglos, el monzón asiático ha proporcionado gran parte del agua necesaria para el riego de las cosechas. Durante los periodos de fuerte monzón, dinastías como la Song disfrutaron de un crecimiento en el cultivo del arroz y una población floreciente. Pero periodos débiles y secos del Monzón coincidieron con la desaparición de las dinastías Tang, Yuan y Ming, según Zhang. Apunta que la relación entre temperatura y monzón asiático cambió alrededor de 1960, ya que ahora, sugieren, las influencias dominantes en el Monzón son los gases de efecto invernadero y los aerosoles.