En este estudio han participado 30 laboratorios de ocho países, en su mayoría norteamericanos y australianos, y ha permitido determinar la secuencia de los más de dos mil millones de pares de bases que forman el ADN de Glennie, la hembra de ornitorrinco cuyo genoma ha sido secuenciado. El análisis de esta secuencia revela que el ornitorrinco tiene más de 18.527 genes, un número muy similar al del resto de los mamíferos y de los que el 80% son comunes en todos los mamíferos, reptiles y aves.
Carlos López-Otín afirma: “El estudio de las diferencias génicas en los distintos genomas de mamíferos ayudará a entender nuestra mayor susceptibilidad a enfermedades como el Alzheimer, el SIDA o el cáncer”.
Xose S. Puente y Gonzalo R. Ordóñez, coautores del trabajo, contribuyen a explicar el interés de esta investigación: "Para conocer mejor qué rasgos genéticos nos hacen humanos, no sólo es necesario secuenciar el genoma de las especies más próximas evolutivamente al Homo sapiens, sino también de las más lejanas, como el ornitorrinco. Así es posible determinar qué genes son exclusivos de los organismos más próximos evolutivamente al ser humano".