Con algo de retraso sobre los planes previstos, esta semana se ha dado luz verde al desarrollo del European Extremely Large Telescope (E-ELT), que será el telescopio óptico y de infrarrojo cercano más grande del mundo cuando se termine a comienzos de la próxima década. El Consejo del Observatorio Europeo Austral (ESO) se reunió este lunes en la sede central de la organización en Garching, en Alemania. El punto principal de la agenda ha sido el comienzo del programa E-ELT. Se trata de un telescopio de espejo segmentado de 39,3 m de diámetro, situado en Cerro Armazones, en el norte de Chile, cerca del Observatorio Paranal de ESO.