Entre 1939 y 1959, los niños y niñas de seis a diez años utilizaban libros de lectura en las escuelas que, sumados al conjunto de manuales escolares, completaban su formación. Una investigación de la UNED ha analizado el contenido científico de una muestra de estos textos y concluye que éste era manipulado y alejado de la realidad para ensalzar los valores de la dictadura, como el predominio de lo rural y la autosuficiencia económica.