Todavía está en construcción, pero el nuevo observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), en Chile, acaba de facilitar su primer resultado científico. Se trata de la evidencia de que los planetas que orbitan la estrella Fomalhaut –situada a unos 25 años luz de la Tierra– deben ser mucho más pequeños de lo que se pensaba hasta ahora. Las imágenes muestran que, tanto el borde exterior como el interior del fino disco de polvo que rodea la estrella, tienen cantos muy definidos. Esto, junto a simulaciones por ordenador, revela que las partículas de polvo se mantienen dentro del disco por el efecto gravitatorio de dos planetas, no mayores que unas cuantas veces la Tierra. Por su parte, el observatorio espacial Herschel de la ESA también ha estudiado el disco, y los datos apuntan a que las partículas que lo forman podrían ser el resultado de una serie de colisiones en las que se estarían destruyendo miles de cometas cada día.