A sus 91 años, el científico inglés James Lovelock no pierde su ritmo de actividad y se encuentra estos días en Barcelona. En un encuentro previo a la conferencia que ofrecerá este martes, en el Saló del Consell de Cent, donde no quedan butacas libres, el químico atmosférico ha mantenido un encuentro informal este lunes con los periodistas.
Acompañado de su esposa Sandy, al científico no le ha temblado la voz cuando ha defendido su teoría Gaia. Ésta explica que la Tierra es el resultado de la interacción entre la parte externa y los organismos vivos que la habitan. Es esta relación, y no la simple suma de las partes que la componen, lo que explica la evolución del planeta.
Según sus estimaciones, la Tierra, debido al cambio climático, aumentará notablemente de temperatura y llegará a un punto en que ésta registrará niveles insostenibles. “Tal y como ocurrió hace 55 millones de años, en la Tierra dominarán los desiertos y podremos encontrar cocodrilos en el Polo Norte”, ha asegurado Lovelock. Y ante el escepticismo que puedan despertar estas palabras, ha añadido: “Soy científico y mis estimaciones se basan en pruebas históricas”. Una de estas evidencias se refleja en el preocupante aumento del nivel del mar, “de 3 milímetros cada año”, ha precisado.
En cuanto a la fecha en la que la Tierra llegará al máximo el grado de calentamiento, el científico no ha querido aventurar una cifra. “A mí también me gustaría saberlo”, ha bromeado. Eso sí, Lovelock ha añadido que una vez que se lleguen a estas condiciones extremas, “la Tierra se recuperará, como ocurrió en la última glaciación”.
“Soy ecologista”
¿Qué papel juega el ser humano en procesos de tanta envergadura? “Lo más importante que podemos hacer es adaptarnos a los cambios que se avecinan”, ha recomendado el científico. “A lo largo de la historia, la Tierra ha experimentado mucho cambios y ahora tenemos la responsabilidad de enfrentarnos a ellos”, ha explicado. “Demasiada responsabilidad para todos, incluido yo”, ha bromeado. En su opinión “los humanos somos un producto de Gaia, inteligentes, y Gaia nos necesita”.
Respecto al papel de las energías renovables, Lovelock se ha mostrado partidario de la energía solar, sobre todo para países como España, Marruecos o Estados Unidos. No piensa lo mismo de las fuentes fotovoltaicas y eólicas, puesto que registran “poco rendimiento”. A su juicio, la elección del tipo de energía que utilizamos depende de los gobiernos y no es una “elección gratuita”. El científico se muestra claramente partidario del uso de la energía nuclear, por su carácter inagotable y su alto rendimiento.
Preguntado acerca del movimiento ecologista, Lovelock ha declarado: “Soy ecologista”, con un sonrisa. Sin embargo, ha denunciado que en estos momentos, este movimiento verde se ha convertido en un movimiento político y “no se preocupa de la naturaleza sino del bienestar de la gente que vive en las ciudades”.
Lovelock ha aprovechado para elogiar al nuevo Museu de Ciències Naturals de Barcelona, que abrirá sus puertas el próximo mes de febrero y que contará con una exposición permanente que recoge la teoría Gaia del químico atmosférico.