De mantenerse los recortes anunciados por los principales países donantes, podríamos ver hasta 10,8 millones de nuevas infecciones y 2,9 millones de muertes adicionales por VIH hasta 2030. El impacto afectaría sobre todo a países del África subsahariana y a los grupos más vulnerables, según un estudio en The Lancet.
Como médico dedicada a la atención de personas con VIH desde hace años, recibo con profunda preocupación el estudio publicado recientemente en The Lancet HIV, que modeliza el devastador impacto que podrían tener los recortes en la financiación internacional para la prevención y el tratamiento del VIH en países de ingresos bajos y medios.
Según el análisis, de mantenerse los recortes anunciados por los principales países donantes, podríamos ver hasta 10,8 millones de nuevas infecciones y 2,9 millones de muertes adicionales por VIH hasta 2030. No son simples proyecciones: es una advertencia clara de que décadas de progreso podrían desmoronarse en pocos años.
No son simples proyecciones: es una advertencia clara de que décadas de progreso podrían desmoronarse en pocos años
Incluso si los recortes cesaran en los próximos 12-24 meses, el estudio nos muestra que las nuevas infecciones por VIH se estabilizarían en los niveles del año 2020, lo que significa que serán necesarios de 20 a 30 años de inversión adicional para situar a la infección por VIH/SIDA fuera del umbral de amenaza para la salud pública mundial.
El artículo refleja un escenario en el que el apoyo financiero de programas históricos como el PEPFAR (Plan de Emergencia del Presidente de EE UU para el Alivio del Sida) se reduce drásticamente o incluso se detiene, como ya está sucediendo.
Esto afectaría especialmente a regiones como África subsahariana y a poblaciones que ya viven en condiciones de vulnerabilidad: mujeres, niños, personas que se inyectan drogas, trabajadores sexuales, hombres que tienen sexo con hombres. En muchos casos, hablamos de personas sin acceso alternativo a antirretrovirales, diagnóstico precoz o medidas básicas de prevención como preservativos o PrEP.
Programas históricos como el PEPFAR en EE UU se va a reducir drásticamente o incluso se detiene, tal y como ha anunciado la Administración Trump
Desde el año 2000, la respuesta global frente al VIH y los programas de donaciones han logrado resultados históricos: se ha evitado la transmisión materno-infantil en millones de casos, garantizando una generación libre de VIH, la mortalidad ha disminuido en más de un 50%, y se ha logrado acceso a tratamiento para más de 29 millones de personas.
Estos logros no han sido fruto de la inercia, sino del compromiso internacional, la cooperación sanitaria y la inversión sostenida. Romper esa cadena en nombre de intereses económicos a corto plazo es no solo injusto, sino también profundamente miope desde el punto de vista de la salud pública global.
Sabemos que el VIH no es solo un virus: es un multiplicador de inequidades. Cuando se debilita la respuesta al VIH, también lo hace el sistema de salud que lo rodea.
Los recortes a los centros de VIH amenazan a otros servicios esenciales: vacunación, atención primaria, embarazos y tuberculosis
Los centros que hoy tratan el VIH también vacunan, atienden embarazos, tratan la tuberculosis y ofrecen atención primaria. Los recortes no solo ponen en peligro vidas por el VIH, sino por muchas otras causas asociadas.
Como comunidad médica, debemos alzar la voz. El modelo predictivo del estudio de The Lancet HIV es un recordatorio urgente de lo que está en juego. Perder la prevención hoy es pagar vidas mañana. Cada paciente que dejamos sin diagnóstico, cada tratamiento que no se inicia, cada estrategia que se paraliza, es una oportunidad perdida.
Revertir estos recortes, presionar para mantener los compromisos internacionales y reforzar las capacidades locales es una responsabilidad ética, profesional y humana. No podemos permitir que el VIH vuelva a ser una sentencia. No ahora, no otra vez.
María Velasco es Secretaria de GeSIDA y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).