La investigaciones recogidas en la obra se centran en la propuesta de una serie de medidas para administrar y proteger el uso de la semilla del mejillón para el cultivo y en la puesta a punto de técnicas de diagnóstico para el parásito más peligroso para el molusco, la Marteilia. El libro aporta también información y datos sobre el cultivo del mejillón en Galicia (historia, métodos, regulación administrativa…) así como de las perspectivas futuras para el sector.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha reunido en el libro Biología y cultivo del mejillón (Mytilus galloprovincialis) en Galicia los resultados de las investigaciones sobre el mejillón gallego llevadas a cabo durante más de veinte años por miembros del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), centro del CSIC en Vigo. Antonio Figueras, investigador del grupo de Patología de Organismos Marinos en el citado centro, es el editor.
El libro hace un repaso por la historia y métodos de cultivo del mejillón en Galicia, a la vez que recoge las principales normas reguladoras que afectan al cultivo, a la comercialización de este molusco y a su control de calidad. También se vislumbran las perspectivas futuras del mejillón gallego. En este punto se señala que “aunque las predicciones de producción son bastante halagüeñas, existen diversos factores biológicos, tecnológicos y socioeconómicos que deben ser considerados y estudiados para mantener e incrementar la producción”.
Entre las medidas que se proponen para incrementar la producción figuran la regulación del número de bateas, la búsqueda de nuevas áreas que permitan el desarrollo del cultivo de la especie y el desarrollo de un programa específico para mantener y mejorar la calidad del agua.
Un aspecto clave para los investigadores de la obra es la distribución y recolección de juveniles del mejillón. Para Antonio Figueras esto es lo que “ha permitido sostener el enorme éxito del mejillón y, sin embargo, no se ha estudiado en profundidad”. En el libro se recomiendan algunas medidas para administrar y proteger, con una base más sólida, el uso de la semilla del mejillón para el cultivo.
La extensión hasta el verano del período de colocación de colectores y su ubicación en cualquier parte de la batea –no sólo en los bordes- son algunas de las medidas propuestas. También se recomienda delimitar las zonas de colecta de semilla en las zonas externas de las Rías, en donde se podrían colocar colectores en boyas o sistemas de long-line.
El conocimiento de las enfermedades y parásitos que pueden afectar al mejillón durante su cultivo es otro de los temas que se ha estudiado en profundidad en los últimos años. En Biología y cultivo del mejillón (Mytilus galloprovincialis) en Galicia se ponen a punto distintas técnicas de diagnóstico para Marteilia, el parásito más peligroso del mejillón, lo que, en palabras de Antonio Figueras, “permitirá determinar con mayor rapidez y certeza la presencia del mismo en las distintas zonas del cultivo”. También se han descrito en la obra diversos péptidos antimicrobianos en el mejillón que pueden identificarse con técnicas como el mRNA differential display (mRNA-DD) o la Supresión Subtractive Hybridisation (SSH).