Un grupo de científicos de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) ha desarrollado un nuevo método de exploración para ayudar al sector del petróleo y el gas a identificar con mayor precisión las líneas que separan los océanos de los continentes.
Geofísicos de la Universidad de Liverpool han elaborado una técnica matemática para procesar datos de satélite que permite representar el espesor de la corteza terrestre bajo los océanos, con el fin de localizar dónde se unen los continentes con la corteza oceánica. La técnica se ha utilizado para medir el espesor de la corteza de áreas como el Atlántico Sur, el Golfo de México y el Ártico, para identificar nuevas áreas en las que existan reservas de gas y petróleo.
La corteza continental es la capa de roca granítica, sedimentaria y metamórfica que forma los continentes. Esa corteza es muy gruesa comparada con la corteza oceánica que forma parte de la capa más externa del planeta. No obstante, la transición entre la corteza continental y la corteza oceánica es muy difícil de identificar para los científicos, ya que se encuentra en alta mar, bajo gruesas capas de sedimentos.
El área que separa la corteza continental de la corteza oceánica se denomina “margen continental limitado por bordes elevados” y se forma cuando los continentes comienzan a separarse para formar nuevos océanos entre ellos. Los científicos han investigado dónde y cómo se forman esos márgenes, para saber dónde pueden encontrarse reservas de petróleo y de gas.
El nuevo método de detección remota desde satélite se basa en las minúsculas oscilaciones de la intensidad del campo gravitatorio terrestre que se producen como consecuencia de la diferencia de espesor entre la corteza continental y la corteza oceánica. Los científicos pueden utilizar las variaciones de la intensidad de dicho campo gravitatorio para predecir el espesor de la corteza y trazar los límites de la corteza continental y el comienzo de la corteza oceánica bajo el mar.
Según Nick Kusznir, del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Mar de la Universidad de Liverpool, “a medida que se agotan progresivamente los recursos petrolíferos y de gas convencionales, los suministros futuros deberán extraerse de cuencas sedimentarias en los márgenes continentales limitados por bordes elevados, en lo que hoy son aguas muy profundas”.
Aunque la exploración petrolífera y de gas en aguas profundas en los márgenes continentales con bordes elevados es muy costosa, ya se han empezado a explotar las grandes reservas de petróleo y gas en las costas de Brasil, Angola y el Golfo de México.
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