¿Planeta o ‘estrella fallida’? El telescopio espacial encuentra un objeto único con una masa mayor que la de un planeta, pero menor que la de una estrella. Tiene el tamaño de Júpiter, orbita alrededor de una estrella similar al Sol y es dos veces más denso que el plomo.
El telescopio espacial CoRoT (siglas de Convección, Rotación y Tránsitos) ha descubierto un objeto del tamaño de Júpiter tan exótico que los astrónomos no están seguros de poder llamarlo planeta. El cuerpo celeste, denominado CoRoT-Exo-3b, orbita alrededor de una estrella ligeramente mayor que el Sol cada 4 días terrestres. Con una masa 20 veces superior a la de Júpiter, su insólita naturaleza abre el debate sobre si debe clasificarse como un planeta extrasolar o como una enana marrón.
Hans Deeg, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y partícipe en el descubrimiento, explica que antes de CoRoT-Exo-3b “no se había encontrado ningún objeto tan cercano a la frontera entre planetas y enanas marrones. Y lo cierto es que no hay un consenso claro entre los científicos sobre dónde está el límite”.
La definición de planeta contempla un umbral de 13 masas de Júpiter, un tamaño que no permite que se produzcan fusiones nucleares en su interior. A partir de 70 masas de Júpiter, los objetos son clasificados como estrellas. Después de casi 15 años de intensa búsqueda, los astrónomos nunca habían detectado un cuerpo celeste como éste que, con sus 20 masas jovianas, se sitúe fuera de los parámetros establecidos para los planetas y tenga un periodo orbital tan corto.
“Fue una sorpresa encontrar un objeto de esta masa tan cerca de su estrella”, destaca Magali Deleuil, del Laboratorio de Astrofísica de Marsella. La directora del equipo responsable del descubrimiento explica que “si se considerase un planeta, sería el más masivo y más denso de los hallados hasta la fecha, con una densidad dos veces superior a la del plomo”. Deeg añade que también podría tratarse de “una enana marrón de muy baja masa, una ‘estrella fallida’ que nunca alcanzó la masa ni la temperatura suficientes para brillar como una estrella normal”.
CoRoT-Exo-3b fue descubierto en la constelación del Águila a una distancia de 2.200 años luz de la Tierra gracias a las fluctuaciones de brillo detectadas en la estrella anfitriona durante sus tránsitos. “Podría ser un objeto raro que CoRoT encontró por pura suerte”, comenta François Bouchy, del Instituto de Astrofísica de París, “pero también podría ser el primer miembro de una nueva familia de planetas muy masivos. Parece que hay una nueva tendencia: cuanto más masiva es la estrella, más masivo es el planeta”.
Los resultados de CoRoT se complementaron con las observaciones del telescopio IAC 80 del Observatorio del Teide, en Tenerife, gracias al cual se concretó el origen de la señal detectada por el satélite. Además de la contribución española, el descubrimiento se apoyó en las observaciones terrestres de una red de telescopios en Francia, Alemania, Chile e Israel. El artículo científico sobre el hallazgo de CoRoT-Exo-3b será publicado próximamente en la revista Astronomy and Astrophysics.
Solo para medios:
Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.