"Los datos son el nuevo petróleo". Son palabras de Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea, que ha indicado hoy las medidas para mejorar el acceso a la información científica producida en Europa. A partir de 2014, las investigaciones financiadas directamente por la UE a través de su 8º Programa Marco tendrán que publicarse con acceso abierto. Además la CE apoyará nuevos métodos de revisión por pares y para medir el impacto de un artículo.
Europa quiere sacar mayor rendimiento a los 87.000 millones de euros anuales que invierte en I+D. Para fomentar la innovación, la Comisión Europea (CE) ha decidido facilitar que los investigadores y las empresas aprovechen los resultados de los trabajos financiados con fondos públicos del 8º Programa Marco.
"Los contribuyentes no tienen por qué pagar dos veces por la investigación científica y precisan de un acceso continuo a la información en bruto. Deseamos llevar a un nivel superior la difusión y el aprovechamiento de los resultados de la investigación científica. Los datos son el nuevo petróleo". Así hablaba Neelie Kroes, vicepresidenta de la CE y responsable de la Agenda Digital para Europa, que ha establecido una ambiciosa política de datos abiertos sobre la información que generan, recogen o pagan los organismos públicos de toda la Unión Europea.
La CE hará del acceso abierto a las publicaciones científicas un principio general de Horizonte 2020, el programa de financiación de la investigación y la innovación en la UE en el período comprendido entre 2014 y 2020. A partir de 2014, todos los trabajos financiados gracias a Horizonte 2020 tendrán que ser accesibles a través de dos posibles vías de acceso abierto.
Por la vía dorada, el editor podrá poner en línea los artículos inmediatamente y los costes de publicación podrán acogerse a reembolso por parte de la Comisión Europea. Por la vía verde, de autoarchivo, los investigadores deberán presentar sus artículos a través de un registro de libre acceso abierto a más tardar seis meses o doce para las ciencias sociales y humanas.
Recomiendan a los Estados miembros que abran datos
La Comisión también ha recomendado a los Estados miembros que adopten un planteamiento similar respecto a los resultados de la investigación financiada por sus propios programas nacionales. El objetivo es que el 60% de los artículos de estudios financiados con fondos públicos europeos pueda consultarse libremente para 2016. En España, tanto el Plan Nacional de I+D+i como los planes autonómicos reciben dinero europeo a través de los fondos FEDER.
"Tenemos que proporcionar a los contribuyentes más resultados por su dinero. El acceso abierto a la información y a los artículos científicos agilizará importantes avances de nuestros investigadores y empresas e impulsará el conocimiento y la competitividad en Europa", ha declarado Máire Geoghegan-Quinn, Comisaria de Investigación e Innovación.
Además, la CE va a empezar a experimentar con el acceso abierto a los datos recogidos en investigaciones financiadas públicamente, como por ejemplo, los resultados numéricos de los experimentos. No obstante, tendrá en cuenta las preocupaciones legítimas relacionadas con los intereses comerciales o la vida privada del beneficiario de la financiación.
En una consulta pública de 2011, el 84% de las encuestados considera que el acceso a la bibliografía científica no es óptimo. Un estudio financiado por la UE ha puesto de manifiesto que solo el 25% de los investigadores comparte sus datos libremente. Sin un acceso rápido a una bibliografía científica actualizada, las pequeñas y medianas empresas necesitan hasta dos años más para comercializar productos innovadores.
Según el comunicado oficial, la CE creará y apoyará infraestructuras electrónicas para acoger y compartir la información científica (publicaciones y datos) que sean interoperables a escala europea y mundial; y ayudará a los investigadores a cumplir sus obligaciones de acceso abierto y fomentará una cultura de puesta en común.
En 2012-2013, la Comisión invertirá 45 millones de euros en infraestructuras de datos y en la investigación sobre la conservación digital. Además apoyará la experimentación de nuevas formas de tratamiento de la información científica, por ejemplo, nuevos métodos de revisión por pares y procedimientos para medir el impacto de un artículo.