Un estudio de más de 100 delincuentes ingleses, dirigido por Martin Gill, Profesor de Criminología de la Universidad de Leicester, ha confirmado que el SmartWater (agua inteligente), un producto químico que deja una huella durante meses, es más eficaz que otras medidas antirobo.
Los criminales han admitido que la manera más eficaz de detenerlos es utilizar un líquido invisible de alta tecnología que sólo puede verse bajo luz ultravioleta. A los ladrones se les rocía automáticamente con un código similar al ADN que dura meses y que les vincula directamente a la escena de un crimen. Esta tecnología forense también se emplea para “codificar” artículos de valor. Éstas son las conclusiones de un estudio sobre medidas contra el crimen que la Universidad de Leicester ha anunciado tras una investigación de la empresa privada Perpetuity Research and Consultancy International, perteneciente a la Universidad.
El estudio, dirigido por Martin Gill, Profesor de Criminología de la Universidad de Leicester, descubrió que el SmartWater (agua inteligente) era más eficaz que los guardias de seguridad, las alarmas antirrobo, las etiquetas de tinta y los circuitos cerrados de televisión para disuadir a delincuentes experimentados. El impacto de SmartWater como elemento disuasorio fue incluso superior al de patrullas de policía de gran visibilidad.
El estudio de más de 100 delincuentes desveló que el solo hecho de mostrar carteles que indicasen que los bienes y locales estaban protegidos con SmartWater bastaba para desanimar a la mayoría de los criminales entrevistados por el equipo.
El profesor Gill manifestó: “Según nuestro muestreo, SmartWater obtuvo un alto valor disuasorio previsto", dado que un 74 % de los delincuentes entrevistados afirmaron que, en el futuro, la presencia de un póster/cartel de SmartWater en un edificio les disuadiría de entrar en él.
“En términos generales, las conclusiones indican que las estrategias de reducción del crimen que utilizan productos SmartWater tienen un gran efecto disuasorio. En particular, una conclusión interesante del estudio fue que aunque la marca de propiedades es, en general, un elemento disuasorio bastante eficaz, la combinación de los productos forenses utilizados por SmartWater en su enfoque holístico aumenta sustancialmente el factor disuasorio.
En una escala de 1 a 10 en función del valor disuasorio, SmartWater recibió la puntuación media más alta (8,3 de 10) en comparación con una gama de otros productos contra el crimen. Los CCTV obtuvieron un 6,2, las alarmas antirrobo, un 6,0 y los guardias de seguridad, un 4,9.
Según la Policía del Sur de Yorkshire, que prestó su colaboración en el informe, ésta ha utilizado SmartWater en operaciones encubiertas para atrapar a ladrones de coches y ha logrado no menos de 24 condenas penales en distintas ocasiones. Actualmente existen en Doncaster –lugar donde se realizó la investigación– 15.000 hogares que emplean la codificación forense de propiedades SmartWater dentro de los mismos, mientras que 117 emplazamientos gestionados por la Autoridad Educativa de Doncaster también emplean esta tecnología.
Aunque queda fuera del ámbito de esta investigación, la tecnología SmartWater se está utilizando en la actualidad de varias maneras, incluyendo la protección del plomo de los tejados de iglesias, robos de “dinero en tránsito” y allanamiento de empresas. En Leicestershire, Ecclesiastical Insurance ha facilitado ampollas SmartWater para proteger iglesias que son el objetivo de los ladrones de plomo.
En palabras del Director General de SmartWater, Phil Cleary: “A lo largo de los años hemos recabado pruebas procedentes de todo Reino Unido de que SmartWater StrategyTM (La Estrategia SmartWater) ha dado lugar a grandes descensos de varios tipos de crimen. Por tanto, nos complace que esta investigación por parte de un organismo académico tan eminente respalde nuestras afirmaciones". La marca SmartWater es conocida en el mundo del crimen, y muchas empresas como Scottish Power, G4S y Ecclesiastical Insurance, la utilizan.
La denominada ‘ilusión de causa-efecto’ es un sesgo por el que las personas validamos supersticiones o pseudociencias. Una falsa relación muy extendida entre la población. Un equipo de investigadores ha desarrollado y aplicado un taller sencillo de metodología y pensamiento científico y ha mostrado que, si se realiza en centros educativos, disminuye un 78 % estas falsas creencias a corto y largo plazo.
Las personas de este colectivo, que representan alrededor del 1 % de la población mundial, no sienten atracción sexual, pero esto no es un trastorno ni una fase transitoria. Es una orientación sexual, avalada por la ciencia, que ha sido invisibilizada y discriminada desde hace tiempo. Así lo recoge el white paper que acaban de presentar las asociaciones PRISMA y ACEs durante el Orgullo 2024.
