La falta de presupuesto impide acometer la protección del patrimonio histórico submarino en el Estrecho. Sin embargo, las llamadas "empresas cazatesoros" se mueven ligeras y no hay tiempo que perder.
Miles de navíos han cruzado el Estrecho de Gibraltar a lo largo de los siglos, y otros muchos han terminado en las profundidades del mar empujados por los vientos y el fragor de los combates. Se estima que cerca de 900 pecios (pedazo o fragmento de la nave que ha naufragado) se esconden en sus aguas, de los cuales apenas hay contabilizados 30 yacimientos.
De ellos, el 90% están en batimetrías inferiores a -30 metros de profundidad y han sido expoliados. Desde hace cuatro años, el Centro Asociado de Algeciras está desarrollando una labor de investigación, protección, sensibilización y divulgación del patrimonio histórico sumergido en el litoral. Dispone de un equipo técnico y humano que dirige el profesor Pérez Carmona que se esfuerza, continuamente, por hacer comprender la relevancia de su trabajo.
"El conocimientos del patrimonio arqueológico submarino de la zona es básico y la sociedad debería tomar conciencia del valor patrimonial cultural sumergido en la zona" ha declarado Pérez Carmona, que también es secretario del curso Arte rupreste y arqueología subacuática desde el Estrecho de Gibraltar.
El primer paso sería la realización de una Carta Arqueológica Subacuática, un proyecto que supondría alrededor de 120.000 euros para catalogar todo el fondo submarino del término municipal de Algeciras. En Andalucía el CAS (Centro de Arqueología Subacuática) es el organismo público para la protección e investigación de los pecios localizados en aguas andaluzas. Sin embargo, la falta de presupuesto le impide acometer estas funciones y está a la espera de obtener ayudas del ministerio a través del Plan nacional de Protección del Patrimonio Arqueológico Submarino que se aprobó en octubre de 2007, y que fue aceptado por todas la comunidades autónomas a través de sus representantes en el Consejo de Patrimonio Histórico.
No hay tiempo que perder porque las llamadas empresas cazatesoros se mueven ligeras, sin embargo, el interés de estos restos arqueológicos submarinos es mucho más que los tesoros monetarios que se pueden encontrar, ya que suponen una pieza clave en la reconstrucción de nuestra historia.