El catedrático de Microbiología Cesar Nombela, rector durante varios años de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ha fallecido esta madrugada, según ha informado su familia. Fue discípulo de Severo Ochoa y presidente del CSIC entre 1996 y 2000.
"Con muchísimo dolor os comunicamos que ha fallecido nuestro esposo y padre, César Nombela Cano, titular de esta cuenta", ha escrito la familia del prestigioso microbiólogo en la red social Twitter. "Descansa en paz, Papá", concluye el tuit.
César Nombela, que pronto cumpliría 76 años, ha fallecido hoy en Madrid. Actualmente era catedrático emérito de microbiología y rector honorario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Durante toda su vida, este investigador especializado en microorganismos patógenos, compaginó su intensa labor académica con la gestión de organismos científicos nacionales e internacionales.
"Catedrático e Investigador de Microbiología. Rector honorario de la UIMP. Me interesa la Educación, la I+D, la Bioética y el debate público sobre todo ello", era su perfil en Twitter.
César Nombela Cano, nació en Carriches (Toledo), el 6 de noviembre de 1946. Desde 2015 era Hijo Predilecto de esta localidad.
Licenciado en Farmacia y Ciencias Químicas en la Universidad Complutense de Madrid, en 1972, se doctoró en ciencias, especialidad de Microbiología, en la Universidad de Salamanca.
Tras finalizar sus estudios, trabajó en EE UU como investigador postdoctoral en la Universidad de Nueva York, y con el Premio Nobel Severo Ochoa, así como en el Instituto Roche de Biología Molecular, en Nueva Jersey.
A su regreso a España en 1975, se incorporó, por oposición, al Instituto de Microbiología Bioquímica del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Salamanca.
Posteriormente fue profesor agregado de Microbiología en las universidades de Santiago de Compostela y Madrid y fue en la universidad gallega en la que en 1981 obtuvo la cátedra de Microbiología.
Un año después, se trasladó a la Universidad Complutense para ocupar la primera cátedra de esta disciplina en la universidad española, concretamente en la Facultad de Farmacia, que dirigió durante 16 años.
En esa universidad, Nombela fue fundador y director del Centro de Secuenciación de ADN y a él se debe la creación en 2001 de la primera cátedra Extraordinaria de Genómica y Proteómica de la universidad española.
Presidente de la Sociedad Española de Microbiología, fue también presidente del Consejo Nacional de Especialidades farmacéuticas y posteriormente de la Federación Europea de Sociedades de Microbiología (FEMS).
Desde 1994 y por nombramiento testamentario, Nombela fue presidente de la Fundación Carmen y Severo Ochoa, y estuvo al frente durante cuatro años, 1996-2000, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Entre 2008 y 2012, fue vocal del Comité de Bioética de España y entre 2013 y 2017 fue rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Desde 2018 era rector honorario de esa institución académica y director de la Cátedra Extraordinaria UIMP-MSD de Salud, Crecimiento y Sostenibilidad.
A lo largo de su prolífica carrera, fue miembro y ocupó cargos en importantes asociaciones científicas y fundaciones, como el Comité Internacional de Bioética de la UNESCO o el Comité Asesor de Ética en la Investigación Científica y Tecnológica, en España.
César Nombela era académico de número de la Real Nacional de Farmacia, de la Academia Europea y de la European Academy of Microbiology.
Escribió varios libros y más de un centenar de trabajos de investigación, dirigió más de una veintena de tesis doctorales y publicó numerosos artículos de divulgación y debate sobre bioética, y política universitaria y científica.
Por su labor investigadora obtuvo galardones como el de la CEOE a las Ciencias en 1995, las medallas de honor de las universidades de Lleida y de Castilla-La Mancha e Internacional Menéndez Pelayo, y las grandes cruces del Mérito Civil y de la Orden de Alfonso X el Sabio.
Desde la red social Twitter, organismos como la UIMP, el CSIC o la Fundación Lilly, entre otros, y numerosos colegas como el microbiólogo Ignacio López-Goñi o el investigador Lluís Montoliu, han mostrado su tristeza por la muerte del académico y catedrático español.
Todos los mensajes y condolencias de la comunidad científica coinciden en destacar no solo la calidad profesional de Nombela, sino también la personal.