La mayoría del alumnado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) rechaza la violencia. El 80,2% de los jóvenes interviene para detener situaciones violentas o cree que debería hacerlo. Sin embargo, un 3,8% de los estudiantes ha sufrido a menudo o muchas veces acoso en los dos últimos meses, y un 2,4% ha sido acosador.
Así se desprende del avance de datos del Estudio sobre Convivencia Escolar del Observatorio Estatal de Convivencia Escolar, creado por el Ministerio de Educación la pasada legislatura y en el que están representadas todas las comunidades autónomas (CCAA), cuya presentación ha presidido hoy la ministra Mercedes Cabrera.
El estudio ha sido realizado por un grupo de trabajo en el que participaban todas las CCAA, miembros del ministerio y expertos de la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid. Para su elaboración se ha entrevistado a 6.175 profesores y 23.100 alumnos de 301 centros educativos de toda España salvo Cataluña, que ya ha manifestado su intención de incorporarse al próximo estudio.
Mercedes Cabrera ha subrayado la importancia de la prevención de este tipo de conductas, tanto en el ámbito escolar como en el seno de la familia: “Tenemos que desterrar estas conductas de nuestro sistema educativo, la sociedad al completo debe tener tolerancia cero con los jóvenes acosadores, porque es el momento en el que aún se puede corregir futuras conductas antisociales”.
Actitudes ante la violencia
La mayoría de los adolescentes (el 68,15%) interviene para detener la violencia: el 36,3% de ellos “aunque no sea amigo de la víctima” (la posición más opuesta a la violencia), y el 31,8% cuando existe dicho vínculo. El 12,1% de estudiantes cree que debería intervenir pero no lo hace.
El estudio señala la conciencia social que se ha generado en torno al problema del acoso escolar. Así, el 54,2% de los alumnos considera que puede contar con sus profesores en caso de acoso y el 54,9% considera que sus profesores previenen esos problemas. Además, el 84,3% del alumnado afirma haber recibido formación en el centro para mejorar la convivencia, y el 47,6% formación específica contra el acoso escolar.
En cuanto a las opiniones del alumnado respecto a qué medidas pueden ser más eficaces para erradicar el acoso, destacan las cuatro siguientes: “que toda la clase apoye al estudiante agredido sin dejarle solo” (el 67,3% lo considera eficaz), “educando en la igualdad y el respeto mutuo para que nadie agreda al que es diferente” (63,6%), “con el trabajo cooperativo, por equipos, para que la clase esté más unida” (61,3%), y “poniéndonos todos de acuerdo en normas para acabar con la violencia en el centro” (60,5%).
“Estos datos demuestran que se está trabajando para mejorar la convivencia en las aulas y los datos son, por lo general, buenos. Pero no podemos bajar la guardia porque un solo caso de acoso ofende a la dignidad de todos, porque los colegios e institutos deben ser lugares positivos de convivencia”, ha afirmado la ministra.
Convivencia en los centros
El estudio analiza también las manifestaciones de convivencia en un centro educativo, las relaciones que existen dentro de cada colectivo (estudiantes, profesores, equipos directivos, etc), el sentido de pertenencia al centro entre los alumnos y el profesorado, los índices del síndrome de “profesor quemado”, la integración escolar de los alumnos, la capacidad de influencia del profesorado sobre sus alumnos, las relaciones entre docentes y la relación con las familias.
En este sentido, es destacable que el alumnado se encuentra bastante o muy satisfecho con las relaciones con los compañeros/as (89,4 %), con lo que aprende en el centro (85,7) y con la relación entre su familia y el centro (83,5). Entre el profesorado, los porcentajes de valoración más positiva son con su propio departamento (91,3), el papel de los conserjes (86,6) y el profesorado (85,5), manteniendo en general una valoración por encima del 70 % para el resto de relaciones.
Acoso entre iguales
El estudio define a la víctima de acoso como alguien al que uno o varios de sus compañeros insultan o ridiculizan, ignoran intencionadamente, excluyéndole del grupo, amenazan, empujan o pegan, dicen mentiras y rumores para que caiga mal o se burlan haciéndole daño. Según esta definición, el 1,7% de los alumnos ha sido acosado “muchas veces” durante los últimos dos meses.
El estudio, cuyos resultados detallados se presentarán en otoño, revela que entre el 1,1% y el 2,1% del alumnado dice haber sido ‘a menudo’ o ‘muchas veces’ víctima de grabaciones u otras formas de acoso con nuevas tecnologías, el conocido como ciberbullying.
Falta de implicación de las familias
Una de las conductas más habituales que dificultan la convivencia es la denominada “disrupción” en el aula. El 21,6% de los profesores dice padecerlo “a menudo o muchas veces”, mientras que sólo reconoce participar en dichas situaciones el 4,1% del alumnado.
Cuando se pregunta por los posibles obstáculos a la convivencia, la mayoría del profesorado (85%) señala la falta de disciplina de las familias y la falta de implicación de éstas (77,2%). Sin embargo, para el 75,6% de los alumnos, las familias acuden a las reuniones que se convocan desde el centro, se interesan por sus trabajos (87,4%) y son respetadas por el centro (85%). El 81,6% de los profesores se siente respetado por las familias, si bien un el 0,7% del profesorado reconoce haber sufrido a menudo o muchas veces un trato ofensivo de alguna familia y el 0,2% haberlo dado.