Aunque en la comunidad científica no cuenta hoy con datos específicos sobre el uso en España de psicofármacos en niñas y niños, los psiquiatras apuntan una creciente prescripción de fármacos. Durante el XIII Congreso Nacional de Psiquiatría que se celebra en Madrid esta semana, expertos españoles han revisado los beneficios y las limitaciones que tiene el tratamiento antipsicótico en la población infantil.
En los últimos años ha habido un crecimiento exponencial del tratamiento con antipsicóticos en niños y adolescentes, no sólo para tratar patología psicótica, sino también para muchos otros trastornos. Sin embargo, la tasa de indicación de psicofármacos en niños está lejos de aproximarse a la que se registra en otros países como EE UU.
“Hay estudios que avalan el uso de psicofármacos en niños, gracias a que disponemos de medicamentos con menos efectos secundarios”, explica Mara Parellada, que trabaja en el Servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.
“Los psicofármacos en niños se deben indicar siempre que el potencial beneficio supere al riesgo”, ha aclarado Parellada. Aunque “no emplear psicofármacos puede ser imprudente e irresponsable en algunos casos”.
En general, la recomendación fundamental que se debe seguir en el manejo farmacológico de los trastornos mentales infantiles es “individualizar los tratamientos y hacer un seguimiento exhaustivo, tanto de los beneficios como de los efectos adversos”, destaca la psiquiatra.
Retos pendientes
Cada vez se conocen mejor los factores implicados en el desarrollo de transtornos mentales en niños, lo que ha motivado una mejora significativa en su abordaje. Avanzar en la identificación de estos factores desencadenantes es un desafío pendiente, pero no es el único.
Los expertos critican la escasa disponibilidad de psiquiatras con formación específica para abordar los trastornos mentales infantiles y la falta de herramientas, personal y recursos para dar atención psicológica. Otro déficit por solventar es la falta de estudios realizados de forma específica en la población infantil, sobre todo en las fases de desarrollo de los fármacos.
Como denuncia la experta, “la actividad investigadora se centra en la población adulta y se busca la aplicabilidad en niños de los fármacos estudiados en personas de más edad".
Los psiquiatras coinciden en que hay una escasa investigación pensada desde la patología infantil, teniendo en cuenta el cerebro en desarrollo.
La mayor investigación realizada en nuestro país sobre ingresos hospitalarios en jóvenes revela que su aumento ha sido constante desde el año 2000, pasando del 3,9 al 9,5 % en 2021. En ese periodo, la edad media disminuyó de los 17 a los 15 años.
La estadounidense María A. Oquendo fue la segunda mujer, y la primera de origen latino, en presidir la Asociación Americana de Psiquiatría. Experta en conducta suicida, en la actualidad estudia cómo entrenar a los especialistas clínicos para que manejen su ansiedad cuando trabajan con estos pacientes. Es la encargada de la próxima edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
