Los españoles de entre 16 y 64 años son los peores entre 23 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en matemáticas, y los penúltimos en comprensión lectora.
Tan solo Italia está peor que España en comprensión lectora. Sin embargo, en el caso de las matemáticas, los adultos españoles muestran los peores resultados, según el “Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los Adultos” del año 2013 que lleva a cabo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Para la obtención de datos en España se entrevistaron a 6.055 individuos. La muestra total internacional fue de 157.000 adultos de 23 países. Las competencias se miden por medio de un examen estándar que dura aproximadamente una hora.
De los 23 países evaluados, Japón es el que se sitúa a la cabeza, tanto en comprensión lectora (296 puntos) como en matemáticas (282 puntos).
En España, un adulto medio puede realizar con soltura tareas lectoras de nivel 2 –de los seis niveles que hay 1 es el peor; 5, el mejor–. “Eso implica que le cuesta mucho extraer conclusiones de una lectura y se pierde en un texto de cierta profundidad y riqueza como puede ser El Quijote”, apunta un comunicado del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
En compresión lectora, los países mejor clasificados son Japón, Finlandia y los Países Bajos.
Matemáticas, asignatura pendiente
En matemáticas, España obtiene 246 puntos; 23 por debajo del promedio de la OCDE y 22 por debajo del promedio de la UE. Por tanto, ocupa la última posición dentro de las naciones examinadas.
De nuevo, los adultos españoles de media tan solo pueden realizar cálculos matemáticos sencillos –lo que se clasifica como nivel 2 en esta materia–. “No entienden el gráfico del recibo del gasto de la luz, ni saben comparar precios de hoteles ni son capaces de encadenar cálculos aritméticos de forma correcta para hallar el precio final de la compra”, aseguran los expertos.
Respecto a las diferencias por género, los hombres obtienen, en general, resultados ligeramente superiores a las mujeres. La diferencia es más notable en matemáticas que en compresión lectora. Los autores del informe lo achacan a la situación anterior de menor acceso de las mujeres a la educación.
“El estudio pone de manifiesto que es necesario un gran esfuerzo de los poderes públicos y de toda la sociedad para mejorar las competencias y la formación de los jóvenes y de los adultos. Será más fácil con ello, además, que se encuentre un trabajo adecuado en esta sociedad globalizada en la que nos hallamos”, concluyen.