"El conocimiento del ser humano de nuevas estructuras de la materia del Universo y de nuevas dimensiones del espacio y del tiempo se ampliará en un futuro inmediato", advierte Manuel Asorey Carballeira, catedrático de Física Teórica de la Universidad de Zaragoza que impartirá el 27 de mayo una conferencia. El reto, escudriñar los retos de la física de altas energías.
Frente al escaso 4% de materia del Universo conocida, que corresponde a los átomos que forman las estrellas y los seres humanos, un 73% nos resulta todavía desconocido
Asorey ahondará en las incógnitas que el mundo de la física tiene por delante durante su conferencia Los retos actuales de la Física de Altas Energías y su relación con el progreso del conocimiento y el desarrollo tecnológico, que tendrá lugar el 27 de mayo, a las 18h en el Ateneo de Zaragoza (sala de Grados del Edificio Torres Quevedo del CPS.
El experto, que a su vez es investigador principal del Grupo de Excelencia en Física Teórica de Altas Energías y director del Centro de Ciencias de Benasque "Pedro Pascual", realizará una descripción de los elementos más importantes que se buscan y de cuáles son los aparatos e infraestructuras que se utilizan.
En su opinión, "es posible que los retos iniciados en esta década ofrezcan respuestas en los próximos años para responder a la nueva e inquietante pregunta: ¿Cuál es la naturaleza de la materia y energía que constituyen la esencia del Universo invisible? La energía y la materia oscuras constituyen el Universo que no se percibe y que la ciencia ha inferido a partir de modelos y teorías cosmológicas".
Ahora los científicos empiezan a buscar evidencias de su existencia real y, hoy, esta investigación es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la física y la cosmología.
Asorey se muestra optimista gracias al alto grado de innovación de los experimentos en marcha y a la rápida evolución de su propio diseño. Con diferencia uno de los de mayor envergadura es el Gran Colisionador (LHC), del CERN, aunque para el director del Centro de Ciencias de Benasque será preciso esperar al menos tres años para conseguir los primeros resultados. No obstante se amortizará sobradamente ya que estará funcionando durante 30 años.
Julio Verne ya lo dijo
Un lugar destacado merecen también los diversos satélites espaciales utilizados e incluso la Estación Espacial Internacional y los observatorios de rayos gamma, que existen distribuidos por el planeta. Uno de estos últimos es el MAGIC, en Roque de los Muchachos, en La Palma, que mediante dos grandes antenas se detectan rayos de luz muy energéticos que produce el Universo.
En este proceso de búsqueda de conocimiento sobre el Universo ocupan un papel destacado las infraestructuras subterráneas, como el Túnel de Canfranc, que está orientado a buscar las propiedades de los neutrinos y la materia oscura. Pero también destacan varias instalaciones sorprendentes: el ICE Cube, un kilómetro de hielo en la Antártida que, a su vez, sirve de detector al funcionar el hielo como un elemento base. De hecho, los numerosos detectores introducidos en ese enorme boque de hielo recogen las señales emitidas cuando la luz choca con la masa helada. Y existe uno similar en el Mediterráneo, denominado 'un km al cubo', que sustituye el hielo por agua.
Por otra parte, también existe un experimento muy interesante, denominado el 'proyecto Auger', en la Pampa argentina, que está orientado a detectar rayos cósmicos, extremadamente energéticos. Hoy las novelas de Julio Verne se quedan cortas si las comparamos con las grandes instalaciones científicas que el ser humano ha creado en los últimos 30 años. Y la física sigue guardando sorpresas que la ciencia ficción vuelve a adelantarnos.
El científico Asorey considera que en el momento presente se dispone de un extraordinario dominio del mundo de las partículas subatómicas y sus interacciones. “Las leyes de ese mundo físico presentan simetrías y armonías mucho mayores que las que observamos con nuestros sentidos e intuiciones”, concluye.