Un equipo de investigadores, encabezado por el Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), recibe la primera ayuda para investigaciones jurídicas que se concede dentro del programa Consolider-Ingenio 2010.
“Se trata de la primera vez que un equipo, formado por investigadores pertenecientes al ámbito jurídico, obtiene una ayuda de este tipo, normalmente dirigida a contextos científicos alejados de las Humanidades y de las Ciencias Sociales”, comenta Rafael de Asís, Director del Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas de la UC3M.
Las convocatorias de investigación de excelencia, situadas en la frontera del conocimiento, no suelen otorgarse a proyectos de Ciencias Jurídicas por una doble causa, según el investigador: “por la escasa valoración de la investigación jurídica por parte de la comunidad científica internacional; y por la falta de adaptación de los grupos de investigación jurídicos a los estándares científicos internacionales”, señala, aunque parece que las cosas están cambiando.
El programa Consolider-Ingenio 2010 es la principal vía de financiación para proyectos de alta calidad del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011, del Ministerio de Ciencia e Innovación. “En este proyecto que nos han notificado que nos han concedido participan 12 grupos de diferentes universidades e instituciones y colaboran más de 20 colectivos y organizaciones internacionales representativas de diferentes movimientos y sectores profesionales, lo que para nosotros supone a la vez una gran oportunidad y un verdadero reto”, dice Rafael de Asís.
El tiempo de los derechos
El proyecto, denominado 'El tiempo de los derechos', pretende promover acciones estratégicas para propiciar un salto de calidad en la investigación y la formación jurídica en Derechos Humanos. Su principal objetivo consiste en superar una serie de deficiencias de las que adolece el estudio de los Derechos Humanos en el contexto científico español reforzando la competitividad de los grupos, potenciando su visibilidad, aumentando su peso específico en el panorama internacional y asegurando la adecuada transferencia de los resultados de la investigación a los agentes e instituciones implicados en la temática de los derechos y a la sociedad en general.
Este programa tiene por objeto analizar desde un enfoque integral la realidad de los Derechos Humanos en las sociedades contemporáneas identificando los principales retos y problemas con los que se encuentran y se pueden encontrar en el futuro y proponer posibles vías de solución que conduzcan a la consecución de un Estado de Derecho Internacional. “Por ejemplo, realizaremos un seguimiento de la normativa nacional y europea sobre Derechos Humanos para elaborar propuestas de políticas públicas desde esta perspectiva”, indica Rafael de Asís, que es Catedrático de Filosofía del Derecho en la UC3M. “Se trata – aclara - de contribuir a través de la reflexión científica a que el siglo XXI sea, por fin, el tiempo de los derechos”.
Para la consecución de estos objetivos, se llevarán a cabo diversas acciones estratégicas, como la creación de observatorios en la materia, el desarrollo de encuentros científicos, la potenciación de postgrados y estructuras de investigación y docencia, el diseño de nuevas técnicas formativas o el lanzamiento de un portal internacional de Derechos Humanos, entre muchas otras acciones. “Existe una programación bien definida al respecto a lo largo de los cinco años que dura el proyecto, aunque en todo caso – indica el profesor Rafael de Asís - anualmente se hará público un informe sobre los logros del programa”.
La investigación y formación en una materia como los Derechos Humanos presenta tradicionalmente una serie de problemas. “Poseen implicaciones éticas, sociales y políticas que dificultan su tratamiento científico y esta dificultad se acrecienta ante la ausencia, hasta el momento, de un ámbito de conocimiento formalmente reconocido con este nombre”, explica Rafael de Asís.
Además, este tipo de investigación suele ser de carácter individual y no existen criterios objetivos de evaluación de los resultados de investigación, lo que complica comprobar la riqueza que crea el avance del saber en este ámbito y conduce a “una insuficiente visibilidad e impacto internacional”, concluye el investigador. “Esta situación de partida supone – añade - una desventaja inicial de la investigación en Derechos Humanos frente a otras áreas temáticas que impide que grupos nacionales potentes y consolidados, como los que suscriben esta solicitud, puedan competir en términos equitativos en el Espacio Europeo de Investigación”. Con este proyecto esperan que la situación comience a cambiar.
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