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Agencia Sinc

La UPF recibe un iCub, un robot humanoide de última generación

El Grupo de Investigación SPECS de la UPF ha sido dotado con un iCub, un robot humanoide de última generación con rasgos parecidos a los de un niño de cuatro años. El equipo, dirigido por el investigador Paul Verschure, representa el único del Estado en recibir el androide. El consorcio internacional RobotCub, responsable de su diseño, repartió seis robots a aquellos centros de investigación europeos, entre ellos el SPECS, que presentaron los mejores proyectos para dar continuidad al desarrollo del robot. El SPECS utilizará el iCub para profundizar en el estudio de los procesos de aprendizaje humanos.

La UPF recibe un iCub, un robot humanoide de última generación
El robot iCub. Foto: Lorenzo Natale - RobotCub

El robot iCub posee características humanas similares a las de un niño de cuatro años. Su diseño se debe al consorcio internacional RobotCub, formado por diversas universidades europeas, y representa la apuesta estratégica comunitaria en el área de los sistemas cognitivos, la interacción y la robótica.

Gracias a un concurso internacional que premiaba al mejor proyecto para dar continuidad a su desarrollo del iCub, se decidió ceder los seis robots fabricados hasta la fecha a diferentes centros de investigación europeos. Uno de estos autómatas se adjudicó de manera permanente al Grupo de Investigación en Sistemas Sintéticos Perceptivos, Emotivos y Cognitivos (SPECS) de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), lo que le ha convertido en el único robot de estas características existente actualmente en el Estado.

El objetivo principal de la fase de desarrollo de este ingenio consiste en profundizar en el estudio de los procesos de aprendizaje humanos a través de sistemas artificiales. Ello implica dotar al robot humanoide con nuevos algoritmos inspirados en los procesos biológicos, precisamente una de las líneas de investigación ya bien consolidadas de SPECS.

La máquina mide 104 centímetros, pesa 22 kilos y supone un coste estimado de unos 200.000 euros. Para desarrollar sus funciones, el iCub está dotado de varios sensores con los que obtiene la información necesaria de su entorno. Una vez procesados los estímulos externos que recibe a través de las cámaras que tiene por ojos y de los micrófonos que tiene por oídos, puede llegar a reaccionar con 54 grados de libertad de movimientos, repartidos entre sus miembros: brazos, manos, piernas, tórax, abdomen y cabeza.

En general, la comunidad neurocientífica cree indispensable el procesamiento motor visual y manual para que se dé el desarrollo cognitivo. La nueva tecnología permite al robot ejecutar tareas relacionadas con la atención visual, la interpretación musical, el ejercicio físico o la destreza manual, entre otros. El carácter abierto y cooperativo del software desarrollado permite además a los grupos de investigación que participan en el proyecto poder realizar los cambios necesarios en cada momento.

"Hasta el momento muchos científicos habían hecho simulaciones de procesos mentales y redes neuronales. Ahora tenemos la ocasión de hacerlas sobre algo aún más esencial: el cuerpo”, afirman los responsables del proyecto en el artículo que publicó la revista Nature a finales de agosto. El artículo también incluye declaraciones del director del SPECS, el investigador ICREA Paul Verschure.

El laboratorio SPECS pertenece al Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC), dentro del Instituto Universitario del Audiovisual (IUA) de la UPF. El grupo de Verschure estudia los principios neuronales, psicológicos y del comportamiento subyacentes a la percepción, la emoción y la cognición. La aproximación sintética de SPECS es una vertiente constructiva que combina sistemas del mundo real (robots, realidad virtual, sistemas interactivos) con modelos computacionales. Las actividades que lleva a cabo el centro giran en torno a tres ejes: neurociencia cognitiva teórica; sistemas biológicos basados en el mundo real; tecnologías reparadoras del cerebro y para la calidad de vida.

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Referencia bibliográfica:

N. Nosengo, "The bot that plays ball", Nature 460: 1076-1078, 27 agosto 2009.

Fuente: UPF
Derechos: Creative Commons
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