Ingenieros químicos de la UA analizan móviles, videoconsolas y ordenadores

Investigan nuevas fórmulas para reducir el impacto ambiental de los residuos electrónicos

El tratamiento que un país proporciona a sus residuos marca, en buena parte, su grado de compromiso con el medio ambiente y España se encuentra inmersa en la aprobación del segundo Plan Nacional Integral (PNIR) 2008-2015. El Grupo de Residuos, Pirólisis y Combustión de la Universidad de Alicante acaba de recibir el visto bueno del Ministerio de Ciencia a su proyecto para investigar los nuevos residuos electrónicos con componentes bromados.

Investigan nuevas fórmulas para reducir el impacto ambiental de los residuos electrónicos
El investigador Juan Conesa en los laboratorios de la UA. Foto: UA.

Según el Ministerio de Medio Ambiente, el volumen de Residuos de Aparatos Electrónicos recogidos y gestionados en España en 2004 fue de 207.376 toneladas. Si extrapolamos los datos, tendremos que se recogió y gestionó una media aproximada de 3,86 kg por habitante y año de este tipo de aparatos en 2005. El mismo PNIR estima que el 24% de estos residuos responden a las características del estudio de la Universidad de Alicante.

El profesor Conesa explica que el bromo, compuesto del que se fabrican compuestos aislantes frente a las altas temperaturas, se localiza habitualmente en las placas base de los aparatos electrónicos. Así la investigación del departamento de Ingeniería Química se servirá de aparatos como móviles, ordenadores, faxes, teléfonos y videoconsolas, entre otros.

Juan A. Conesa, investigador principal del grupo: “Ahora no hay tratamiento definitivo y nuestro trabajo se centrará en estudiar esos procesos con el fin de encontrar procedimientos óptimos para reducir el impacto ambiental y en definitiva, buscar métodos más eficientes para este tipo de residuos”.

El Grupo de Residuos ha establecido un calendario de trabajo para los próximos cinco años. Juan A. Conesa ha señalado que primero se va a realizar un estudio preliminar mediante cromatografía con detector ECD (siglas inglesas del Detector de Captura de Electrones). La puesta a punto de la técnica analítica espectrométrica es necesaria para que los resultados sean validados. “Las dioxinas bromadas son difíciles de medir en espectrometría, puesto que se mezclan muchas señales de los distintos isómeros posibles. Al análisis de alta resolución, ya complejo de por sí, se añaden una gran cantidad de compuestos posibles”, según el ingeniero químico.

El proyecto manifiesta las actuales sospechas de que los componentes electrónicos, cuando se someten a altas temperaturas en condiciones no controladas, producen muchos compuestos tóxicos (entre ellos, dioxinas). Juan A. Conesa matiza que la investigación tendrá en cuenta parámetros como el estudio del proceso- cuándo se funde-, las distintas atmósferas posibles durante la descomposición – aire, mezcla aire y nitrógeno y sólo nitrógeno- y las distintas temperaturas –desde los 500 a 1.000 grados centígrados.

Este equipo investigador, adscrito al Instituto Universitario de los Procesos Químicos de la UA y coordinado por el ingeniero Rafael Font, tiene experiencia en el análisis de la combustión y el tratamiento de residuos como papel, neumáticos o PVC. La reutilización de residuos y su aprovechamiento es uno de los propósitos fundamentales del grupo de Ingeniería Química de la UA formado por Ignacio Aracil, Juan A. Conesa, Andrés Fullana, Araceli Galvez, Francisca Gómez-Rico, Ignacio Martín, Julia Moltó y Helena Varela.

Contexto

Según el Ministerio de Medio Ambiente, el II Plan Nacional Integral de Residuos (PNIR) 2008-2015 está tramitándose con carácter de urgencia. Este documento en su anexo 9, dedicado a los Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos (RAEE), fue presentado en noviembre de 2007. El borrador fija que, en España, existen 11 plantas de tratamiento, más una duodécima en construcción y 23 de fragmentación.

El Real Decreto 208/2005 estableció la obligación de los responsables de la puesta en marcha en el mercado de estos aparatos, de recogerlos una vez se hayan convertido en residuos y gestionarlos adecuadamente a partir de 13 de agosto de 2005.

El PNIR señala como 16 aspectos pendientes que requieren mejoras, entre los que cabe citar: “Existen muchas lagunas informativas y carencias de datos estadísticos en materia de generación y gestión de residuos. Hasta ahora la inversión en España en I, I+D e I+D+i para la mejora de tecnologías de reciclaje de residuos ha sido muy escasa. Existe una clara oposición social a la construcción de infraestructuras para el tratamiento de residuos, cualquiera que sea su naturaleza”.

La Comunidad Valenciana cuenta desde 1997 con un Plan Integral de Residuos (PIR) y actualmente se está realizando una revisión del mismo tomando como horizonte el año 2012. Este tipo de residuos están catalogados como Residuos Urbanos.

Fuente: UA
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