Distintos equipos de farmacólogos de la Universidad de Nottingham están estudiando los compuestos análogos del cannabis presentes de manera natural en nuestro organismo (endocannabinoides) para desarrollar su potencial en tratamientos médicos. Esto incluye el tratamiento de patologías tan diversas como la obesidad, la diabetes, la depresión y la adicción a sustancias como la nicotina.
Los fumadores que intenten dejar de fumar en el futuro podrían hacerlo con la ayuda de medicamentos que contienen cannabis. Ésta es una de las conclusiones que el equipo de científicos de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) ha hecho públicas ahora.
Steve Alexander, Profesor Asociado en la Facultad de Ciencias Médicas, se ha centrado en una serie de proyectos para editar el primer podcast temático para el British Journal of Pharmacology. El investigador despeja las dudas: “Está claro que el potencial del uso médico de los cannabinoides es real”.
Para David Kendall, otro de los investigadores del estudio y farmacólogo celular en la misma universidad, afirma a SINC: “El cerebro está lleno de receptores de cannabinoides. Esto no es sorprendente con enfermedades como la depresión y la ansiedad, por eso existe un enorme interés en usar estos receptores y desarrollar compuestos antidepresivos”.
Kendall considera que los endocannabinoides podrían ser un vínculo crucial con el comportamiento adictivo: “Sabemos que el sistema de los endocannabinoides está íntimamente implicado en las rutas de recompensa y de búsqueda del fármaco. Si podemos interrumpir con inhibidores el vínculo que relaciona los endocannabinoides con la ruta de la recompensa, podría disminuir el impulso a buscar agentes adictivos como la nicotina.”
Puesto que también se ha demostrado que los cannabinoides disminuyen la tensión arterial, se espera que puedan utilizarse compuestos relacionados en pacientes con patologías como la hipertensión.
Por su lado, Michael Randall, farmacólogo cardiovascular de la Universidad de Nottingham, ha estudiado cómo los endocannabinoides relajan los vasos sanguíneos. Los endocannabinoides aparentemente disminuyen la tensión arterial en determinadas condiciones, por ejemplo, en estados de shock. Según Randall, “si los endocannabinoides tienen importancia fisiológica, podrían presentar posibilidades terapéuticas reales”.
En la actualidad, la variedad de medicamentos relacionados con el cannabis es limitada, pero “al aumentar nuestro conocimiento dentro de esta área podremos aumentar nuestro arsenal”, explica Alexander.
Los científicos tienen conocimiento de los endocannabinoides desde mediados de la década de los ‘90. Esto provocó en su momento que se disparara el número de investigadores dedicados al estudio de las futuras aplicaciones médicas de los cannabinoides y de los compuestos del cannabis.
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