Hacia el diagnóstico rápido de enfermedades infecciosas de la sangre

Un equipo de científicos de la Universidad Politécnica de Valencia, integrado por expertos del Centro de Tecnología Nanofotónica y el Grupo SYM del Instituto de Química Molecular Aplicada, participa en el proyecto europeo InTopSens, cuyo objetivo es desarrollar un dispositivo para la identificación inmediata de la bacteria causante de la sepsis (una infección de la sangre) y de su resistencia antibiótica. Este dispositivo podrá ser utilizado en entornos de atención al paciente (urgencias hospitalarias, ambulatorios, etc.) facilitando así un diagnóstico inmediato, sin necesidad de enviar las muestras de sangre al laboratorio.

Hacia el diagnóstico rápido de enfermedades infecciosas de la sangre
Glóbulos rojos. Imagen: Wikipedia.

La sepsis o septicemia es una enfermedad muy grave de origen bacteriano causada por una infección de la sangre. Esta infección provoca una inflamación generalizada que afecta a todo el cuerpo debido a que se propaga a través del torrente sanguíneo, por lo que vulgarmente se conoce como “envenenamiento de la sangre”. Si no se trata a tiempo, la sepsis puede ocasionar lo que se denomina shock séptico, que produce la disfunción de múltiples órganos y puede desembocar en la muerte del paciente.

Según apuntan los investigadores de la UPV, la tasa de mortalidad en caso de shock séptico es superior al 50% y este porcentaje aumenta en un 7% por cada hora de retraso en la aplicación del tratamiento adecuado. Por ello, es fundamental que el tratamiento empiece de inmediato y que el tipo de antibiótico suministrado sea el adecuado, puesto que muchas veces la sepsis es consecuencia de la resistencia a los antibióticos. Se estima que la sepsis causa en torno a 146.000 muertes al año solamente en la Unión Europea y que su tratamiento produce unos costes de 7.6 billones de Euros al año.

“Teniendo en cuenta la alta tasa de mortalidad y que los actuales métodos tardan entre 5 y 6 días en obtener un diagnóstico, es evidente la importancia de disponer de un sistema que pueda identificar de forma rápida y efectiva este tipo de micro-organismos en la sangre”, apunta Jaime García, investigador del Centro de Tecnología Nanofotónica.

Así, el objetivo de InTopSens es que el diagnóstico completo se pueda realizar en menos de una hora, permitiendo así el tratamiento precoz de la infección, lo que aumenta significativamente las posibilidades de evitar la muerte del paciente. Además, también está previsto identificar los patrones genéticos de la resistencia antibiótica de la sepsis con el fin de facilitar la administración del tratamiento antiséptico correcto.

La tecnología del método de diagnóstico se basa en la utilización de sensores fotónicos que usan la luz como forma de detección. Esto permitirá tener un dispositivo de tamaño muy reducido, bajo coste y desechable, lo que unido a su facilidad de uso permitirá que esta solución pueda ser utilizada en cualquier entorno de atención al paciente como consultas hospitalarias o en una Unidad de Cuidados Intensivos. “El dispositivo requerirá de un volumen reducido de sangre (unos 3-5 ml) del paciente para realizar el diagnóstico”, indica Jaime García.

En el proyecto InTopSens participan tanto organizaciones académicas como empresas de desarrollo tecnológico. Cada uno de estos integrantes es experto en los diferentes campos que componen este proyecto multidisciplinar (fotónica, química, medicina, fluídica,…) y cuenta con el asesoramiento de personal médico para asegurar que el trabajo realizado se ajuste a las necesidades médicas reales y permita definir el desarrollo y la explotación comercial del dispositivo.

Además de los investigadores del Centro de Tecnología Nanofotónica y el Grupo de Señal y Medida en Química (SYM) del Instituto de Química Molecular Aplicada de la UPV, participan la Universidad de Aarhus (Dinamarca), Farfield Group Ltd (Reino Unido), el Royal Institute of Technology (Suecia, coordinador), la Universidad de Amberes (Bélgica), Mobidiag Ltd. (Finlandia) y la Universidad de Gante (Bélgica). El proyecto está financiado por la Comisión Europea con una subvención de 2.6 millones de Euros a través de su Séptimo Programa Marco de investigación.

Fuente: UPV
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