La candidatura española ha sido aceptada como integrante de la Red Internacional de Investigación Ecológica a Largo Plazo (ILTER, por sus siglas en inglés) en la reunión anual de los 40 países que conforman la red celebran en Eslovaquia del 18 al 22 de agosto.
La candidatura española ha sido aceptada como integrante de la Red Internacional de Investigación Ecológica a Largo Plazo (ILTER, por sus siglas en inglés) en la reunión anual de los 40 países que conforman la red celebran en Eslovaquia del 18 al 22 de agosto. La aprobación de la candidatura de España de adhesión a esta iniciativa internacional para afrontar, entre otros, los retos que plantea el cambio global, se ha hecho pública hoy, jueves, en la ciudad eslovaca de Stara Lesna, junto con la aceptación de la candidatura portuguesa.
El investigador del CSIC que coordina la red en España, Ricardo Díaz-Delgado, explica el papel fundamental que ha jugado el CSIC en este proyecto: “La tradición y excelencia de las investigaciones ecológicas del CSIC en la Estación Biológica de Doñana han servido como núcleo aglutinante para poner en marcha esta red española. El Consejo es asimismo un nodo de la red de organismos científicos europeos que intenta armonizar protocolos y coordinar el seguimiento ecológico a largo plazo en Europa”.
En el Comité Ejecutivo de la red española LTER participan, ademÁs de Díaz-Delgado, los investigadores del CSIC Francisco Carro, Fernando Valladares, Teodoro Marañón y Lluís Camarero.
Cada uno de los países miembros de ILTER tiene al tiempo su propia Red de Investigación Ecológica a Largo Plazo (LTER). La red española de LTER se compone de un total de cuatro Parques Nacionales: Doñana, Sierra Nevada, Aigüestortes e Islas Atlánticas; además del Parque de Collserola (en el área metropolitana de Barcelona), el Parque Natural Baixa Limia - Xurés (en Orense, zona limítrofe con Portugal) y cuatro sitios adicionales que conforman la Red de Observatorios Ambientales de Galicia.
Entre los objetivos de la red LTER están el estudio coordinado de los efectos del cambio global sobre la estructura y funcionamiento de los ecosistemas, la modelización y predicción de cambios en los sistemas socio-ecológicos, la definición de los criterios de gestión adaptativa de los sistemas ecológicos y sociales y la formación de investigadores con una visión a largo plazo de los procesos ecológicos.
“España es un centro regional de biodiversidad, con una situación geográfica de transición y con peculiaridades socioeconómicas que la convierten en una pieza esencial para un sistema de alerta temprana ante el cambio global”, afirma Díaz-Delgado.