Un equipo de investigadores del campus de Gandia de la Universidad Politécnica de Valencia ha desarrollado, para el Servicio de Biodiversidad de la Conselleria de Medio Ambiente, un estudio de la biodiversidad de la Comunidad Valenciana. Los autores han elaborado un nuevo mapa predictivo sobre la distribución de las especies amenazadas. Este mapa ayudará a saber cuáles son las zonas más importantes para proteger la biodiversidad autóctona valenciana.
El trabajo de los investigadores de la UPV se inició con la evaluación y actualización del Banco de Datos de Biodiversidad (BDB) de la Generalitat Valenciana sobre la distribución de todas las especies de flora y fauna amenazadas existentes amenazadas a lo largo de Alicante, Castellón y Valencia.
“Posteriormente, a partir de estos datos, desarrollamos diferentes modelos matemáticos predictivos de distribución. Si sabemos cuatro o cinco zonas en las que se encuentra una determinada especie, estos modelos nos permiten saber en qué otros lugares y con cuánta probabilidad puede hallarse dicha especie”, explica Eduardo Belda, investigador del campus de Gandia de la UPV.
Los modelos con los que han trabajado los expertos de la UPV incluyen variables basadas en los requerimientos biológicos de una especie, como por ejemplo, la vegetación de su entorno, las temperaturas, los niveles de precipitación, el tipo de suelo (características químicas y físicas), etc. “Con estas variables, el modelo determina otros lugares donde se pueden dar condiciones similares y, por tanto, encontrarse también esa especie”, apunta Belda. En su estudio, el equipo de trabajo dirigido por este investigador analizó cerca de 300 especies.
Mapa de las especies amenazadas de la Comunidad Valenciana
A partir de los resultados ofrecidos por los modelos predictivos, los investigadores del campus de Gandia de la UPV dividieron el mapa de la Comunidad Valenciana en cuadrículas con escala de un kilómetro cuadrado, estableciendo una puntuación gradual en función de la cantidad de especies amenazadas existentes en cada una de ellas. “De este modo, obtuvimos un exhaustivo diagnóstico de la distribución de la biodiversidad de la Comunidad Valenciana”, destaca Eduardo Belda.
Según apunta el investigador de la UPV, entre las zonas con mayor importancia para la conservación de las especies amenazadas se encuentran la Albufera de Valencia, el Prat de Cabanes, la marjal de Pego-Oliva, la marjal de Xeresa-Xeraco, y el Fondò d’Elx .
Gestión del territorio respetuosa con la biodiversidad
Una de las principales utilidades del mapa predictivo elaborado por los expertos de la UPV es la gestión del territorio. Con este tipo de mapas, un gestor, un urbanista o cualquier entidad, institución, etc. que tenga que ejecutar una infraestructura tiene a su alcance la información necesaria para que su obra no perjudique a la biodiversidad.
“El caso de la construcción de una nueva carretera nos sirve como ejemplo: con este mapa predictivo sabremos si el trazado proyectado es el idóneo o si por el contrario puede ser perjudicial para la biodiversidad, ya que pasa por puntos donde hay más especies amenazadas. Si es así, basándonos en el mapa, se podría modificar y hacerla discurrir por otro lugar que no suponga un peligro añadido para las especies amenazadas y, por tanto, para la biodiversidad.”, explica Eduardo Belda.
Se trata, en definitiva, de una herramienta que permite saber qué zonas, dentro de un mismo territorio de la geografía valenciana, son más importantes desde el punto de vista de la biodiversidad para ayudar así a su protección y conservación.