Un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han constatado que el transporte de mercancías por España contribuye con un 8,5% a las emisiones de gases de efecto invernadero. La investigación señala que las emisiones podrían reducirse hasta un 60% con el uso de tecnologías avanzadas y combustibles procedentes de fuentes de energía renovables, junto con una reducción de la actividad de este tipo de transporte.
Las emisiones en el transporte de mercancías han aumentado un 68% desde 1990, un 53% por encima del nivel comprometido por España en el Protocolo de Kioto, según revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid.
El análisis señala que, aunque la intensidad energética ha disminuido, el consumo de energía del transporte de mercancías ha aumentado por la creciente importancia de este transporte por carretera. Como consecuencia, el reparto total del consumo para las mercancías y emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas ha seguido creciendo.
Tras analizar estas tendencias de crecimiento, se observó que el aumento de la actividad, el mantenimiento del reparto modal (incluido un pequeño cambio hacia la carretera), y el ahorro de energía a través de cambios en la eficiencia del combustible provocan un continuo cambio en el consumo de energía y emisiones de carbono.
En el análisis se excluyeron el transporte aéreo y marítimo internacional y lo resultados de crecimiento en términos de emisiones podrían estar subestimados por el aumento importante del comercio internacional.
De cara al futuro, la investigación señala que las emisiones de CO2 procedentes del sector mercancías podrían reducirse un 3,3% en 2025 comparadas con los niveles de 2007. Esto se conseguiría si el comportamiento medio de los vehículos de gasóleo de carretera en 2025 presenta un aumento de 55% de la eficiencia, incluso si el volumen de transporte continua creciendo y si combustibles procedentes de fuentes renovables de energía como biodiesel son mayormente utilizados.
El porcentaje de emisiones también podría disminuir de entre un 50 a un 60% si tecnologías avanzadas y combustibles procedentes de fuentes de energía renovables son utilizados junto con una reducción de la actividad de transporte de mercancías.
Acelerado aumento del transporte de mercancías
Las emisiones de carbono por unidad de PIB (Producto Interno Bruto) del transporte crecieron más entre 1990 y 2007 que las emisiones por PIB de cualquier otro sector de consumo final en España. El aumento de la importancia relativa del transporte, tanto en viajeros como mercancías, contrasta con la disminución generalizada en los sectores de agricultura y medio ambiente y el pequeño aumento de la industria. Durante el periodo de estudio, tanto las plantas de combustión no industriales, como el tratamiento de residuos y basuras aumentaron sus emisiones por unidad de PIB de manera similar al transporte.
Las emisiones de carbono de las mercancías se podrían restringir si se reduce la actividad de transporte o se cambia el reparto modal. Y también si se mejoran los usos de la capacidad de los vehículos y de la tecnología (propulsión vehicular y mezcla de combustibles). Sin embargo, para la mayoría de los componentes del mercado de mercancías, la capacidad o posibilidad de cambio modal no es muy buena.
La producción dispersa de bienes y servicios en los corredores principales precisa de carreteras en la actualidad, y también existe el asunto de la milla final y del transporte capilar. En este sentido, se identifican las distancias crecientes que los materiales y productos son transportados en los países desarrollados.
Las rentas crecientes también llevan a los consumidores a demandar un mayor número de mercancías que son manufacturadas en cualquier sitio (en casa o en el extranjero), sobre todo si los costes de transporte de mercancías son artificialmente bajos. En este contexto, las políticas y medidas del transporte de mercancías que no pueden internalizar completamente los costes externos agravan el problema.
Desde 1990, el consumo de energía del transporte de mercancías y las emisiones de CO2 correspondientes ha aumentado más deprisa que en otros sectores económicos en España. Bajo el Protocolo de Kioto, España tiene el compromiso de poder aumentar sus emisiones únicamente un 15% por encima de los niveles de 1990 en 2012. En este sentido, el transporte de mercancías constituye un 8,5% de las emisiones españolas de gas de efecto invernadero.