Investigadores del Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de Valladolid han llevado a cabo un estudio que ha demostrado que determinadas condiciones ambientales adversas tales como una humedad relativa muy baja afectan a la superficie ocular provocando síntomas similares a los del denominado Síndrome del Ojo Seco (SOS). Gracias a este trabajo, el IOBA ha logrado que el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) les financie la construcción de una Cámara Aislada o de ambiente controlado que permitirá ampliar las investigaciones en este campo y estudiar el efecto de otras variables ambientales como el flujo de aire o la presión atmosférica sobre la superficie ocular tanto en personas sanas como afectadas por el Síndrome.
Este trabajo en concreto ha corrido a cargo de la investigadora del IOBA María Jesús González García. A través de él ha demostrado que individuos sanos expuestos a ambientes adversos de baja humedad relativa (en torno al 20%) en una Cámara de ambiente controlado presentaban síntomas en su superficie ocular de enrojecimiento y lágrima inestable, entre otros. El estudio se ha realizado con un total de 10 personas, cada una de las cuales ha permanecido durante dos horas en esta estancia aislada sometida a un ambiente adverso mientras permanecían leyendo.
Los exámenes que se les han practicado posteriormente han venido a corroborar los efectos nocivos del ambiente sobre la superficie del ojo, algo sobre lo que, como comenta la propia investigadora, ya se tenía constancia a través de otras investigaciones, aunque “los trabajos que había eran esporádicos, poco controlados y más generales, no se centraban únicamente en el ojo”.
Pruebas con lentes de contacto
Estas pruebas han permitido además comprobar la tolerancia de estas personas hacia ciertas lentes de contacto. Así, la mayor parte de ellos, tras permanecen en la Cámara de Aislamiento, han mostrado una mayor tolerancia hacia un tipo concreto de lentes fabricadas con un nuevo material denominado hidrogel de silicona que se viene utilizando desde hace unos 10 años frente a otras lentillas elaboradas con otros hidrogeles, ha explicado la investigadora, quien ha insistido en que los efectos de este ambiente sobre los sujetos estudiados se revertieron a los pocos días.
Todos estos ensayos se han realizado en una cámara de ambiente controlado ubicada en la Facultad de Arquitectura de Valladolid que habitualmente se utiliza para realizar investigaciones en torno al denominado Síndrome del Edificio Enfermo. Sin embargo, y gracias en gran parte a este trabajo, el IOBA ha logrado que el CDTI (a través de Visión I+D, una empresa spin off de la Universidad de Valladolid) les financie la construcción de una cámara de aislamiento propia que, además de humedad y temperatura, permita incluir otras variables ambientales como flujo de aire o presión atmosférica, además de extremar aún más las variables ya estudiadas, puesto que las que se han reproducido en este estudio pueden inclusuo darse en la provincia de Valladolid, ha precisado González.
Esta nueva estancia, que prevé estar en marcha a lo largo del año próximo, permitirá “ampliar los estudios en este campo, tanto en personas sanas como en afectados de Síndrome de Ojo Seco”, ha señalado la investigadora. Otro de los objetivos de esta línea de investigación será poder probar la eficacia de diferentes tipos de lágrimas artificiales, el tratamiento más habitual para los afectados por este síndrome, que afecta hasta a un 30% de la población general.
Los principales síntomas del Síndrome del Ojo Seco son el enrojecimiento de la superficie ocular, además de sensación de cuerpo extraño, picores y lagrima irregular. Se trata sin embargo de una patología "infradiagnosticada" debido a que los síntomas son pocos característicos. Su incidencia es especialmente alta entre quienes utilizan lentes de contacto, colectivo entre quien afecta a entre el 50 y el 80 por ciento.
Primera en alcanzar el Grado de Doctor en Óptica y Optometría
La investigadora del IOBA María Jesús González García consiguió el pasado viernes, día 5, una nota de sobresaliente cum laude en la defensa de su tesis doctoral sobre la alteración de la superficie ocular tras la exposición a un ambiente adverso creado en una cámara de ambiente controlado. Se ha convertido de esta manera en la primera persona en España en lograrel Grado de doctor en Óptica y Optometría. La óptico-optometrista desarrolla su trabajo en la Unidad de Contactología del Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA), de Valladolid, donde ha realizado el programa de doctorado en investigación en Ciencias de la Visión bajo la dirección de la profesora Margarita Calonge.