El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha presentado hoy los detalles del anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021, aprobado por el Gobierno, que incluye un aumento de casi un 60 % en la inversión directa, hasta alcanzar los 3.232 millones de euros para I+D+I.
En una rueda de prensa telemática desde la Moncloa, el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha dado a conocer los detalles del anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021, aprobado por el Gobierno, que, según Duque, incluye “la mayor financiación de la historia de la democracia para la ciencia y la innovación en España”.
En concreto, el presupuesto del Ministerio de Ciencia e Innovación ha aumentado la inversión directa en 1.204 millones de euros, un 59,4% con respecto a 2020, hasta alcanzar los 3.232 millones de euros.
El ministro ha señalado que estos presupuestos “suponen un antes y un después en la tendencia que venía viviendo España. Las necesidades que hemos observado dentro del sistema de ciencia e innovación se colman con esta inversión”.
Además, el titular ha dicho que se trata de unas cuentas realistas que el sistema científico español puede absorber: "Tenemos la gente y tenemos las instalaciones, y las que no, las estamos mejorando", ha subrayado.
Estos presupuestos permitirán incrementar los recursos para los Organismos Públicos de Investigación (OPIs), la Agencia Estatal de Investigación y el CDTI, avanzar en la estabilización de la carrera científica, apoyar con nuevas acciones los proyectos empresariales innovadores y reforzar la investigación biosanitaria y en salud pública, entre otras medidas, según el ministro.
Duque ha añadido que estas cuentas “demuestran que la I+D+I es prioritaria para el Gobierno”. De hecho, el presupuesto no financiero del Ministerio de Ciencia e Innovación se incrementa por encima de la media del aumento del presupuesto total del Estado (59,4 %, frente al 41 % general).
Estos presupuestos harán posible “avanzar en la senda iniciada con el Plan de Choque para la Ciencia y la Innovación”, aprobado el pasado mes de julio para reforzar el sistema de I+D+I y están alineadas con los objetivos de la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027.
Entre estos objetivos, está la mejora de la carrera científica para proporcionar mayor estabilidad y contribuir a la recuperación y atracción de talento. Para ello, se dedican 62 millones de euros a nuevas convocatorias de formación e incorporación de doctores a las empresas y a la implementación de un nuevo modelo de contratación estable, el denominado ‘tenure track’ para la estabilización temprana. Además, se incluye una tasa de reposición de efectivos prioritaria para el personal de I+D+I del 110 %.
La Agencia Estatal de Investigación aumenta hasta los 825,7 millones de euros, desde los 640 millones de los anteriores presupuestos. En sus cuentas para 2021, se incluyen 78 millones de euros más para proyectos de investigación orientados a la transferencia de conocimiento y la cooperación europea.
En concreto, permitirá poner en marcha nuevas convocatorias de proyectos de prueba de concepto, que promoverán la colaboración público-privada en el análisis de la viabilidad científico-técnica y empresarial de los resultados de proyectos de I+D+I de reciente finalización, entre otras convocatorias que generarán una oferta intensa de proyectos de investigación para que los grupos españoles de I+D+I colaboren con empresas.
También el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con 906,2 millones de euros de presupuesto no financiero, consigue los presupuestos más altos desde su creación, que hasta ahora habían sido los de 2009 con 834 millones de euros.
Lo mismo ocurre para otros OPIs, como el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), cuyo presupuesto excluidos los créditos financieros asciende a 402,7 millones de euros, un 48 % más que en 2020, y por encima de los 369 millones que eran su máximo en 2009; el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), con 128,3 millones de euros en presupuesto no financiero, un 44,7 % más que en 2020 y más que su máximo de 123,4 millones de 2007, o el Instituto Español de Oceanografía (IEO), con 99 millones de euros, muy por encima de los 68 millones de 2008. Este organismo es el que, además, registra un mayor incremento respecto a 2020, con un 63,6 % más de financiación que el año anterior.
En el caso del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que habían sufrido una bajada de sus presupuestos en la década pasada, aumentan sus partidas no financieras un 43,7 y un 21,9 %, respectivamente.
Por su parte, las Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS) consorciadas con las CC AA también ven aumentados sus presupuestos con esta propuesta. El Sincrotrón Alba un 46%, hasta los 22,9 millones de euros; el Centro Nacional de Supercomputación un 129 %, hasta los 13,3 millones; el ESS Bilbao un 84 %, hasta los 7,4 millones, y el Centro Nacional de Evolución Humana un 333 %, hasta los 2,1 millones de euros.
Por su parte, la Agencia de Innovación CDTI ve incrementadas las aportaciones que recibe del Ministerio un 42 % respecto a 2020, para un presupuesto total de 1.504,9 millones de euros. Gracias a este incremento, este organismo podrá reforzar su papel como organismo impulsor de la innovación empresarial basada en el conocimiento y la industria de la ciencia.
En este sentido, se destinarán 217 millones de euros a la coinversión e inversión en empresas con tecnologías estratégicas, una actuación con la que se contribuye a la creación de fondos capaces de arrancar proyectos empresariales que parten de pruebas de concepto en colaboración con centros generadores de conocimiento y acelerar el desarrollo de empresas tecnológicas.
También incluye 30 millones de euros para el apoyo a pymes innovadoras con sello de excelencia, para acompañarlas en su fase de consolidación en el mercado, y más de 100 millones de euros para reforzar el programa ‘Misiones de Ciencia e Innovación’, destinado a apoyar iniciativas estratégicas sectoriales de innovación empresarial, y en particular para los proyectos que busquen soluciones en el campo de la transformación ecológica, incluidas la energía renovable, la innovación ecológica, la eficiencia de recursos, la economía circular o la sostenibilidad industrial.
Uno de los objetivos prioritarios en la Estrategia de Ciencia, Tecnología e Innovación, desde una fase inicial, es apoyar de forma clara y contundente la I+D+I en el ámbito sanitario y en salud pública. Para ello, se va a reforzar el Instituto de Salud Carlos III, que verá incrementadas sus capacidades estratégicas a través de nuevas convocatorias para el codesarrollo y la renovación de equipamiento científico-técnico y un aumento de la dotación de la convocatoria de Acción Estratégica de Salud, la principal herramienta de financiación de la investigación en ciencias de la salud aplicada y realizada dentro del Sistema Nacional de Salud.
Asimismo, el ISCIII liderará la Estrategia de Medicina Personalizada para la reactivación económica y social que, con 50,5 millones de euros en 2021, incluye el desarrollo de planes de Big Data Salud, Medicina Genómica, I+D+I en terapias avanzadas y Medicina Predictiva.
También se reforzarán los Centros Nacionales de Microbiología y de Epidemiología, con ocho millones de euros más, en los que se incluyen partidas para recuperar recursos humanos y para el fortalecimiento de sus infraestructuras. En concreto, se contempla la instalación de un laboratorio de nivel 4 de contención biológica (NBS-4).
El CSIC también tendrá un papel destacado en el refuerzo de la investigación biosanitaria y en salud pública. Liderará una plataforma de abordaje integral de pandemias desde la I+D+I a la que se destinarán 69,5 millones de euros en 2021 y que contempla más de 20 actuaciones para reforzar, ampliar, consolidar y coordinar la Plataforma Salud Global, que agrupa a más de 300 grupos interdisciplinares del CSIC, junto a la dirección de sus centros y responsables técnicos. Además, el CSIC dispondrá de otra partida de 15 millones de euros para abordar el estudio del envejecimiento desde un punto de vista multidisciplinar.
En el ámbito de la energía, el medio ambiente y el cambio climático se incluye una partida de 40 millones de euros para el CSIC, que tiene como objetivo el desarrollo de alta tecnología clave en la transición en el ciclo energético, a través de nuevos proyectos para el desarrollo con empresas y otros centros de tecnologías.
También se incluyen 12,4 millones de euros para recuperar las capacidades del CIEMAT frente a los retos de la energía y 34,5 millones para la puesta en marcha de un nuevo centro de almacenamiento energético en Extremadura.
En otras áreas estratégicas, se destinan más de 15 millones de euros a la aplicación de tecnologías cuánticas en el sector productivo, especialmente en las pymes, y 40 millones de euros al Plan Tecnológico Aeronáutico, para dar apoyo a proyectos de I+D+I, sobre todo de carácter empresarial, en tecnologías de aplicación en el ámbito aeronáutico que permitan reducir significativamente su impacto medioambiental.