Un estudio del IDIBELL demuestra que la inhibición del metabolismo de la glucosa con la molécula 2-deoxiglucosa (2-DG) induce la muerte celular en un tipo de sarcoma infantil: el rabdomiosarcoma alveolar. Los resultados se han publicado en la revista Cancer Research.
Esta molécula es muy similar a la que se utiliza en la tomografía por emisión de positrones (PET), una técnica de imagen que sirve para diagnosticar diversos tumores según su tasa de consumo de glucosa. Esto sugiere que podría ser utilizada de manera inmediata como tratamiento de este tumor infantil agresivo.
El rabdomiosarcoma es el tumor de tejido blando más común en niños y adolescentes, y representa entre el 4 y el 5% de los tumores pediátricos. Se presenta en dos formas: el rabdomiosarcoma embrional, el tipo más frecuente y menos agresivo, y lo rabdomiosarcoma alveolar, de peor pronóstico. El tratamiento más utilizado para este último tipo de sarcoma es la cirugía. Los tratamientos con quimioterapia no son eficaces y actualmente la tasa de supervivencia cinco años después del diagnóstico es del 70%, lo cual indica que es necesario el desarrollo de tratamientos más eficaces.
Nuevas estrategias terapéuticas
En este sentido, en los últimos años ha crecido el interés por estudiar el metabolismo tumoral como posible diana terapéutica. Varias vías metabólicas presentan funciones diferentes en células tumorales y en células sanas. En concreto, la glicolisis (oxidación de la glucosa para obtener energía) aumenta en algunas células tumorales. Esto las hace particularmente sensibles a inhibidores de la glicolisis como la 2-deoxiglucosa.
El estudio, coordinado por la jefa del grupo de Regulación de Muerte Celular, Cristina Muñoz, y el jefe de grupo de Sarcomas, Òscar Martínez-Tirado demuestra que “in vitro” esta molécula inhibe el metabolismo de la glucosa que la célula tumoral necesita, provocando su muerte. Según la investigadora Cristina Muñoz esta molécula “frena el crecimiento de las células tumorales, provoca su muerte y un porcentaje de ellas sufre una diferenciación terminal, de manera que presentan el aspecto de células musculares sanas”.
Esta molécula también es muy similar a la que se usa en las técnicas de imagen PET que sirve para diagnosticar tumores que tienen un elevado metabolismo de la glucosa. Esto, y el hecho que ya se están realizando ensayos clínicos con otros tumores, demuestra que, a dosis altas, esta molécula es poco tóxica y sería relativamente fácil poderla usar en tratamientos de rabdomiosarcoma alveolar.
Muñoz ha añadido que “el hecho de conocer el mecanismo celular que provoca la muerte de estas células tumorales permitirá, en el futuro, afinar más en los tratamientos y hacerlos más personalizados”.
Referencia bibliográfica:
Ramírez-Peinado S., Alcázar-Limones F., Lagares-Tena L., El Mjiyad N., Caro-Maldonado A., Tirado O.M. and Muñoz-Pinedo C. Cancer Reserach.doi:10.1158/0008-5472.CAN-11-0759.
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