Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto un gen, bautizado con el nombre de Tempranillo, responsable de retrasar la floración de las plantas. El trabajo, que aparece destacado en la revista Current Biology, del grupo editorial Cell, aporta nuevos datos para conocer cómo funciona el reloj biológico que indica a las plantas cuándo es el mejor momento para hacer brotar sus flores.
Además de identificar el gen, el trabajo de las investigadoras del CSIC Soraya Pelaz y Cristina Castillejo muestra cómo la floración está determinada por un balance entre el citado gen y el gen Constans, identificado hace unos años y que realiza la acción opuesta a Tempranillo, es decir, induce la floración.
El campo de este estudio, la floración de las plantas, ha experimentado grandes avances en el último siglo. Los investigadores han comprobado que las plantas pueden reconocer las estaciones así que como la duración de los días. Basándose en esa información, su reloj biológico les indica cuándo es el momento adecuado para producir frutos y cuándo no. “Sin embargo, todavía quedan misterios que resolver, como conocer en qué consiste exactamente ese reloj circadiano o cómo éste se articula con los demás genes de la planta”, explica Pelaz.
A principios del siglo pasado, los científicos trabajaban con la hipótesis de que la floración debía ser el resultado de un equilibrio entre sustancias que la promovieran, a los que se llamó florígenos, y otras que la reprimieran, los antiflorígenos. El descubrimiento del gen Constans –promotor de la floración- hace unos años refrendó la teoría.
La citada investigación, probada en la planta modelo Arabidopsis Thaliana, identificó la proteína FT, que induce la floración, así como una molécula que activa FT, el gen Constans. Los autores descubrieron que la acumulación de FT en respuesta a la activación de Constans promueve la floración.
Sin embargo, el estudio dejaba una cuestión sin resolver: en muchas ocasiones, las plantas presentan una elevada concentración de Constans y, a pesar de ello, no florecen.
Misterio resuelto
Las investigadoras del CSIC han querido resolver el enigma y, analizando modelos de Arabidopsis, han identificado los genes que retrasan la floración. Tempranillo, según el estudio, codifica una proteína que retrasa la floración reprimiendo directamente la expresión de FT. El estudio muestra además que la acumulación y la actividad de FT están determinadas por un equilibrio entre el activador Constans y los represores Tempranillo.
Pelaz explica el hallazgo: “En plantas jóvenes la actividad de los genes Tempranillo es elevada y sólo cuando ésta desciende en etapas posteriores Constans es capaz de activar a FT en condiciones favorables”. Las plantas, de esta manera, añaden, controlan de forma precisa el momento en que debe florecer evitando una floración precoz y permitiendo acumular las reservas necesarias para la formación de las flores.
Según las investigadoras, que trabajan en el Centro de Agrogenómica (centro de reciente creación fruto del consorcio entre el CSIC, la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria), en Barcelona, el trabajo contribuye a conocer mejor la floración y fructificación de las plantas y sienta las bases para poder controlar sendos procesos.