Un trabajo de investigación dirigido por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Josep Maria Casacuberta, ha conseguido caracterizar el conjunto de los transposones, secuencias de ADN capaces de replicarse y moverse a otra parte del genoma, presentes en el genoma de la vid (Vitis vinifera). El estudio, que publica esta semana la revista Public Library of Science (PLoS) ONE, demuestra asimismo que los transposones de la vid han tenido un papel relevante en generar diversidad en esta especie.
En la investigación han colaborado científicos del Centre de Reçerca Agrigenómica (un consorcio del CSIC, el Institut de Reçerca i Tecnologia Agroalimetàries y la Universidad Autónoma de Barcelona) y la Universidad BOKU en Viena, Austria.
Casacuberta explica: “Este trabajo muestra que los transposones han capturado, movilizado y amplificado secuencias génicas que pueden haber tenido un impacto en la evolución de los genes de la vid y en su regulación y que, por otra parte, algunos de estos transposones han sido ‘domesticados’, y han perdido su capacidad de transponer convirtiéndose en genes convencionales”.
El movimiento de los transposones es una fuente abundante de mutaciones, por lo que el genoma reprime su actividad. Sin embargo, han jugado un papel clave en la evolución de los genomas complejos.
“Conocer el conjunto de los transposones de este genoma puede ayudar a entender cómo se ha generado la alta variabilidad genética de esta especie de gran importancia agronómica y cultural y puede servir para el desarrollo de marcadores moleculares útiles para la selección de nuevas variedades comerciales”, señala el investigador del CSIC.